Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Bacterias endófitas en la salud humana

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Figura 1. Efectos de la microbiota de plantas en la salud intestinal del humano. Tomado y modificado de Hirt H. (2020) EMBO Reports.

Las bacterias son organismos microscópicos que han poblado la tierra desde millones de años antes que nosotros. Tienen la capacidad de duplicarse cada 30 minutos y una sola persona tiene mil veces más bacterias que la cantidad de población total del planeta. Su exitosa evolución se debe a la capacidad que tienen para adaptarse a cualquier ambiente, adquirir nutrientes y sobrevivir. Aunque algunas bacterias pueden causar enfermedades, muchas otras ayudan a conservar la salud de plantas, animales y humanos. En los humanos, a las bacterias dentro de nuestro cuerpo se les denomina microbiota, la cual contribuye especialmente al funcionamiento del aparato digestivo. En el interior de las plantas también hay bacterias, llamadas endófitas. Éstas se encuentran dentro de las hojas, tallos, cáscara, pulpa y semillas. Su función es ayudar a las plantas a obtener nutrientes, favorecer su crecimiento y ayudar a su adaptación frente a cambios ambientales. Además, las defienden de otros microorganismos que les puedan causar daño.
Estas endófitas también son benéficas para la salud de los seres humanos. Por ejemplo, al comer una manzana adquirimos alrededor de 100 millones de bacterias endófitas, tal vez de ahí el dicho:
“Una manzana al día
mantiene al doctor en la lejanía”.
La microbiota intestinal de los humanos está determinada por el tipo de alimentos que consumimos. Por ejemplo, en la microbiota de los japoneses, que consumen algas con el sushi, se encuentra la presencia de bacterias marinas, esto difiere de la microbiota de la población que consume sólo ―o en su mayoría― plantas terrestres.

Sin embargo, diversas prácticas de la actividad humana están afectando a las plantas y a sus endófitas. En la agricultura, el uso de antibióticos utilizados para mantener la salud de los suelos, los herbicidas, la excesiva fertilización y el inapropiado manejo de los suelos con químicos tienen efectos adversos en la microbiota de las plantas. Los cambios en el ambiente también afectan a las endófitas y pueden modificar la calidad, sabor y textura de las plantas y sus frutos. Más aún, las frutas y vegetales que adquirimos en el supermercado recorren largas distancias y pasan largos periodos de tiempo almacenados. La conservación de estos productos no sería posible sin el tratamiento con pesticidas y antibióticos para su preservación. Esto lleva a que las endófitas de estos productos sufran más cambios, y como consecuencia, también la microbiota del humano al consumirlas.

Nuestro actual estilo de vida produce contaminación de los suelos y aguas con bacterias patógenas, debido a que tienen contacto con desechos de humanos, animales y como consecuencia, las medidas de higiene y desinfección de productos vegetales para no enfermarnos también se han incrementado. Esto ha llevado a que nuestra microbiota sufra más cambios. Aunado a esto, el incremento en el consumo de alimentos procesados y de antibióticos ha llevado a que la diversidad de la microbiota intestinal sufra serias modificaciones, produciendo enfermedades intestinales crónicas.

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Artemisa (Artemisia nilagirica).

Afortunadamente, nunca es tarde para mejorar la salud, ya que el consumo de una dieta rica en plantas y sus endófitas se refleja con un cambio en la composición y abundancia de la microbiota intestinal en sólo una semana. La presencia de las endófitas en la salud humana va más allá de incrementar la barrera intestinal y favorecer la buena digestión. También estimula la respuesta inmune y produce sustancias que matan a bacterias patógenas, como si fueran antibióticos. En la medicina tradicional, durante años se consideró que el aceite y los extractos de las hojas de la Artemisia nilagirica curaban enfermedades de la piel e inflamación. Actualmente, se ha identificado que son las endófitas de sus hojas las que tienen las propiedades curativas, incluyendo actividad antibacterial. Esto abre un nuevo campo en la investigación científica para el futuro desarrollo de medicamentos basados en la actividad de las endófitas de las plantas para la salud de los humanos. H

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 Dra. Josefina Duran-Bedolla / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dr. Humberto Barrios-Camacho / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública