Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Cultivando en agua

El  consumo  de   vegetales   no   necesariamente nos  proporciona un  buen  nivel  de  nutrientes para     nuestro    organismo,   puesto     que    si dichas plantas, por ejemplo el jitomate, no fueron enriquecidas con  cantidades suficientes de  potasio no nos aportará una  cantidad importante del mismo. Aunado  a esto, si el agua  de riego  contiene metales pesados (plomo, mercurio,  cadmio, entre otros) derivados de las aguas  residuales que las industrias vierten en cuerpos acuíferos, la planta regada con esta agua  puede  almacenar en  sus  tejidos  estos  metales, transmitiéndonoslos al  ingerirla.   Lo  mismo  sucede con  los  plaguicidas, que  se  van  acumulando en  los tejidos  vegetales  o  con  las  bacterias, hongos,  virus, protozoarios (como las amibas) y helmintos  (gusanos planos,  como  la solitaria)  provenientes de las aguas negras.

Otro gran problema es que México desde hace varios años ha perdido  su soberanía alimentaria, término  que se asigna  a un país cuando importa  más del 30% de lo requiere para  atender  a su población, llevándolo a una creciente dependencia del extranjero para  satisfacer sus  necesidades de alimentación. Las fluctuaciones tan constantes de precio y calidad de los vegetales, revelan nuestra enorme  dependencia de un mercado  con mucho  potencial  y ponen  en evidencia nuestra  fragilidad   individual   ante   cualquier crisis alimenticia, económica y ambiental.

Solución nutritiva

Se sabe que ninguna planta se alimenta realmente  de tierra o agua como tal, sino de los compuestos  químicos   contenidos  en   ellas,   como pueden  ser nitrógeno,  fósforo y calcio.

Derivado  de este  saber,  surge  la hidroponía, un método de cultivo de vegetales  en el que ya no se utiliza la tierra  como fuente  de nutrimentos para  las plantas, sino una solución nutritiva, es decir, sales que contengan elementos como calcio, potasio y magnesio disueltas en  agua,  pero  de manera  balanceada y en cantidades específicas para cada cultivo en particular. Se  puede   emplear   o  no  un  medio  (sustrato) para proveer  soporte mecánico  a la planta,  como  sería  el caso  de tezontle, fibra  de coco, perlita,  vermiculita  y grava, entre otras.

Las  verdaderas ventajas  de  esta  técnica   de cultivo  radican en  la nutrición tan  controlable y en el uso  o  no  de  diversos  sustratos para  las  plantas, no  obstante,  tan  sólo  estos  dos  aspectos presentan alcances muy amplios.

El  suministro  balanceado  de   nutrimentos para  la  planta  logra  una  producción de  alimentos con  espléndido contenido nutrimental y magníficas propiedades como: aromas,  colores, texturas,  sabores y durabilidad de frutos.

La nutrición vegetal es completamente controlable, pues  las  plantas   siempre  tendrán a  su alcance  todos los nutrimentos que requieran y en las cantidades necesarias, contrario a una  composta o a la tierra, que no siempre  contendrán cada uno  de los minerales ni las cantidades adecuadas para  producir un fruto con los mejores índices  nutricionales.

La  gran  eficiencia en  la  administración  de alimento  para  la planta  permite  producir más plantas en   menor   espacio,   evitando   la   competencia por nutrimentos entre uno y otro vegetal y obtener mayores y mejores  frutos   en  menor  tiempo.  Se  independiza completamente de la calidad  del suelo, consiguiendo producir en zonas donde éste es adverso  y además, se libra de la necesidad de rotación de cultivos.

Las  desventajas  de  la  hidroponía  son   un tanto relativas, por ejemplo, el hecho de tener cultivos hidropónicos no te asegura que el trabajador no haya empleado  plaguicidas, que  desperdicie agua  o  que tire  basura,  todo  depende  del grado  de conciencia y conocimientos del productor. Un cultivo hidropónico no  necesariamente debe  de  ser  caro,  todo  depende del grado  de  automatización que  se  deseé  emplear. Sin  embargo   a  escalas   comerciales  se  realiza  una alta  inversión  inicial   para   sufragar  los  gastos   en sistemas  de  riego,  depósitos de  agua,  invernaderos, dispositivos para  automatización y semillas  híbridas de alta producción, inversión que se recupera siempre y cuando se lleven buenas prácticas administrativas y financieras.

Si   los   excedentes  de   la   fertilización no son  recuperados, se  irán  almacenando en  el suelo, dañándolo  al  punto   de  tornarlo  infértil   debido   a esta   elevada   acumulación  de   sales.   Actualmente existen sistemas  hidropónicos cerrados donde la solución nutritiva excedente es recuperada y luego de restablecerle su composición química es reutilizada.

Imprudente explotación

Es común  que  a  la hidroponía le atribuyan erróneamente una  gran  cantidad de cuestiones que no le corresponden a la técnica  en sí: un cultivo libre de  plaguicidas  es  responsabilidad del  productor y no de la técnica  hidropónica, lo mismo que el uso de transgénicos. Si las condiciones climatológicas como

la  temperatura, humedad   y concentración de  gases están  controladas, no se deben  a la hidroponía, pero sí al invernadero o al ambiente controlado en el que se encuentra el cultivo hidropónico. El ahorro o derroche de agua y fertilizantes no es debido a la técnica, sino al buen o mal uso del productor. No existen invernaderos hidropónicos, sino  cultivos  hidropónicos dentro  de invernaderos, tampoco  semillas hidropónicas.

Esta   técnica    ha   llegado   a   ser   un   tema polémico   debido   al  uso   de  fertilizantes  químicos, sin  embargo  se sabe  que las plantas  no discriminan si  los  nutrimentos  provienen de  fuentes   orgánicas (nutridos  con   composta)   o   inorgánicas  (nutridos con  fertilizantes).  Incluso  los  nutrimentos presentes en  los  abonos  orgánicos  deben   de  mineralizarse para  ser  absorbidos por  las  plantas  en  sus  formas iónicas  inorgánicas (fosfatos,  nitratos,  sulfatos,  etc.). Asimismo, la aplicación excesiva de abonos orgánicos puede presentar un riesgo potencial de contaminación de los mantos freáticos con nitratos y de la atmósfera con formas gaseosas de nitrógeno.

Frecuentemente la hidroponía ha sido objeto de una  imprudente explotación con fines  meramente comerciales por parte de autores que imparten cursos o que publican libros o pseudo guías, aprovechándose de la reciente fiebre que ha generado esta técnica. Uno debe de ser cauteloso con las cifras y recetas que citan estos  personajes, pues  en  gran  medida  estos  datos provienen de otros países o de infraestructuras donde las  condiciones  ambientales, económicas  y  étnicas son  completamente diferentes a las  que  uno  podría brindarle a las  plantas,  también  es  muy común  que estas  personalidades se  reserven para  sí, descuiden y/o  ignoren otros  aspectos fundamentales. Todo  lo anterior ha llevado a la frustración a muchas personas que han deseado  incursionar en la hidroponía.

Por último, la hidroponía no es la respuesta absoluta para  la producción de plantas,  simplemente es una técnica  más de las muchas  que existen.


ºBiol. Juan Pablo  Plata  Martín   / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos