Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Vigilantes nocturnos: búhos crepusculares

Los búhos son aves rapaces de hábitos nocturnos y crepusculares, tienen varias características anatómicas que las hacen excelentes cazadoras,
como la posición frontal de los ojos que les permite tener una visión binocular, una más es el disco facial que tiene una función muy similar a la de una antena parabólica que le ayuda a dirigir el sonido hacia su estructura auditiva, también tienen una garras afiladas y patas fuertes, las plumas son muy suaves y esponjosas, lo que hace que tengan un vuelo muy silencioso, la característica más destacada es la posibilidad de girar la cabeza hasta 270°, y es así como son capaces de escuchar y ver a su presa en cualquier posición.
Podemos encontrar a estas especies en ambientes como la tundra, desiertos y selvas; dentro de su ecosistema ocupan el puesto más alto de la cadena alimenticia.
En México están distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional, y se reportan 32 especies, de las cuales tres de ellas son endémicas, es decir, solo se encuentran en nuestro país; el estado de Morelos tiene 11 especies de búhos, dentro de estas se tienen dos de las tres especies endémicas del país: el tecolote colimense y el tecolote del Balsas.

¿De qué se alimentan estas especies?

Los búhos tienen una dieta variada y cazan desde mamíferos medianos y pequeños como conejos, ardillas, ratones y reptiles como lagartijas, además de pequeñas aves como colibríes o gorriones, y existen algunos que son pescadores; en el caso de invertebrados, consumen polillas, escarabajos, arácnidos y ciempiés, una vez que ya capturaron a su presa, la pueden ingerir por completo o en pedazos según sea el tamaño, y después de concluir el proceso de digestión, los búhos tienen un mecanismo por el cual regurgitan el material no digerible como pelo, plumas, huesos o extremidades de escarabajos en pequeñas bolitas llamadas egagrópilas.

¿Y qué hay de su reproducción?

Los búhos no hacen sus nidos, si no que ocupan los que dejan otras aves como es el caso del pájaro carpintero. Asimismo pueden utilizar también las madrigueras de algunos mamíferos como los zorros o los perritos de las praderas, es por ello que se les denomina anidadores secundarios. El tecolotito es un ejemplo de búho que regularmente ocupa oquedades, mientras que el tecolote llanero anida en madrigueras.
Una vez elegido el sitio adecuado para la puesta, la hembra coloca los huevos que son de color blanco y los incuba por aproximadamente un mes; durante este tiempo el macho es el encargado de cuidar los alrededores para evitar depredadores y le lleva alimento a la hembra.
Al nacer las crías no tienen plumas y tienen los ojos cerrados, al cabo de unos días les comienza a salir el plumón -plumas muy esponjosas y suaves parecidas al algodón- con el cual evitan que el pollo pierda calor rápidamente. Al paso de los días el plumón se les va cayendo y comienzan a salir las plumas cobertoras y las de vuelo, durante todo este tiempo de crianza los padres se encargan de proveerles alimento hasta que ellos mismos son capaces de volar y capturar algunas presas; todo este proceso dura alrededor de 30 a 35 días.

¿Qué necesito para salir a buscar búhos?

Como en todo estudio relacionado con las aves, se necesitan binoculares, guías para su identificación, redes de niebla, que sirven para capturar aves, y si es posible una cámara para tener registro fotográfico del individuo y una guía sonora para identificar los cantos de las diversas especies.
Las técnicas utilizadas para el estudio de los búhos son variadas como censos, capturas y marcación de individuos, por mencionar algunos. En este caso se explicará a grandes rasgos una de las más utilizadas, la cual consiste en establecer puntos de vocalización a lo largo de un trayecto, por ejemplo, se puede tener un sitio de dos kilómetros, en el cual se cuenta con 8 puntos de vocalización, uno cada 250 metros; en cada uno de estos puntos se reproduce un canto grabado previamente esperando que algún individuo conteste ante el llamado y se acerque hasta al punto de emisión. Se recomienda que las observaciones –registros visuales y/o fotográficos- se realicen en horas crepusculares y nocturnas indicando la hora y la fecha en algún formato propio.
Es importante realizar estudios biológicos, conductuales y ecológicos relacionados con las especies de búhos, nuestros vigilantes nocturnos, que nos puedan brindar una mayor comprensión de su función en los ecosistemas como depredadores y reguladores de ciertas especies.


ºDiego Alfonso Guerrero Lara / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Estudiante de biología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.