La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2 y la necesidad inminente de una vacuna evidenció un creciente déficit y una gran dependencia tecnológica del sector farmacéutico en México para el abasto de biofarmacéuticos como las vacunas. En la actualidad, tal abastecimiento se logra gracias a la importación de empresas farmacéuticas transnacionales como: Pfizer, Johnson & Johnson, Moderna, Novavax, Cansino, entre otras.
Por lo anterior, surge la necesidad de fortalecer la industria biotecnológica en México, que nos permita generar una cadena de valor, desde la investigación biotecnológica básica hasta la comercialización de productos, logrando independencia tecnológica en el país.
Para lograr un efecto positivo en la economía, será indispensable pensar en la salud como una inversión.
Es por esto que, la priorización del sector y su papel en la creación de desarrollo sostenible debe incrementarse para acelerar su crecimiento en las próximas décadas.
Los factores claves para la creación de un desarrollo sostenible son:
i. El aprovechamiento de los avances en la tecnología, como la inteligencia artificial, ciencias de datos y la edición de genes;
ii. La promoción de acuerdos entre empresas, universidades y centros de investigación;
iii. Transformar a la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), en un órgano de vigilancia que se parezca más a los modelos de agencias reguladoras, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos o la Agencia Europea de Medicamentos. Con ello, se podrán implementar mecanismos para agilizar la entrada de medicamentos, de forma que se reduzcan los trámites administrativos para los laboratorios, sin sacrificar la seguridad o calidad de estos.
Existen desafíos importantes del sector biotecnológico en México, donde se necesita garantizar el funcionamiento eficiente de la cadena de manufactura y suministro de medicamentos biofarmacéuticos, y que además aseguren un estricto control de calidad. Para responder a las necesidades de salud de la población del país, será crucial sumar esfuerzos, recursos y capacidades, promoviendo la colaboración entre universidades y centros de investigación, industria de base biotecnológica y los diferentes niveles de gobierno.
La estrategia fundamental debe incorporar la investigación y desarrollo (I+D) en las universidades como parte del mapa curricular de los planes de estudio, esto para consolidar y desarrollar programas de licenciatura y posgrado, de acuerdo con las prioridades de salud pública, para brindar soluciones viables a problemas prioritarios de salud en México y Latinoamérica. También, la preparación de recursos humanos con una formación de tecnólogos creará capital humano especializado en investigación biotecnológica y conforme a los requerimientos de la industria farmacéutica, a fin de impactar en las cadenas productivas y en el mejoramiento de las condiciones económicas de la sociedad.
Figura 1. Los tres pilares fundamentales para la investigación y desarrollo de la biotecnología farmacéutica: academia, industria y gobierno.
Aunado a lo anterior, es necesario implementar medidas administrativas dirigidas a facilitar la articulación de las fases de innovación, manufactura y comercialización de la industria farmacéutica, de dispositivos médicos y principios activos; igualmente, diseñar e instrumentar un marco regulatorio adaptable en caso de inversión extranjera y una política de exportación para el sector biofarmacéutico, para cumplir con los estándares de calidad internacionales.
De este modo, se lograría disminuir la dependencia de insumos del exterior, reactivar el desarrollo de la industria biotecnológica, reforzar el sistema nacional de salud, posicionando a México como destino mundial de la investigación clínica, innovación y desarrollo tecnológico en salud humana.
Biotecnología farmacéutica en México
M. en C. Annel Alondra Tapia Flores / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Escuela Nacional de Ciencias Biológicas
Instituto Politécnico Nacional