Actualmente un problema que enfrenta la humanidad es la pérdida de diversidad biológica en el ámbito mundial, por ese motivo su conservación se ha convertido en un reto y una prioridad para la sociedad en general. Una de las causas que ha provocado está pérdida, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), son las especies invasoras, que son organismos exóticos o traslocados por el ser humano en los sitios fuera de su área de distribución natural, donde se establecen y se dispersan, provocando impactos negativos en los ecosistemas en donde se desarrollan y afectan el desarrollo de las especies nativas, por lo que han sido reconocidas como la segunda causa de su extirpación o extinción.
Los principales ecosistemas más afectados por especies invasoras han sido los acuáticos (ríos, lagos, arroyos, lagunas, manantiales, presas, entre otros), especialmente por plantas acuáticas invasoras tanto nativas como exóticas, las cuales son consideradas como la mayor amenaza para la biodiversidad de estos ambientes. Entre las especies de plantas acuáticas que son reconocidas como invasoras están el “lirio acuático” (Eichhornia crassipes), el “tule” o “espadaña” (Typha domingensis o T. latifolia), la “hidrila” (Hydrilla verticillata), la “cola de zorra” (Ceratophyllum demersum), la “cola de caballo” (Stuckenia pectinata), el “carrizo gigante” (Arundo donax), el “carrizo de agua” (Phragmites australis), la “elodea” (Egeria densa), entre muchas otras más. Este tipo de plantas al desarrollar un comportamiento reproductivo muy acelerado, incrementan su invasividad, acumulándose en abundancia en los cuerpos de agua provocando el estancamiento del agua, disminuyendo el oxígeno disuelto, la competitividad entre especies de plantas menos agresivas y por consecuencia la muerte de especies acuáticas tanto de animales como plantas nativas del lugar.
Las plantas acuáticas invasoras además de provocar alteraciones en los ecosistemas, también pueden representar amenazas para el ser humano. Las hidrófitas (término que se utiliza para designar en forma general a las plantas acuáticas) invasoras al afectar los cuerpos de agua, también causan problemas económicos, sociales y de salud, provoca pérdidas de agua por evapotranspiración y desecación de los cuerpos de agua, limitan actividades pesqueras y recreativas, obstruyen canales de riego y en general afectan las obras hidráulicas como presas o plantas hidroeléctricas. Una de las causas que produce alteraciones en la salud humana es la formación de las malezas acuáticas que constituyen un hábitat para el desarrollo de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, la malaria y la filariasis, así como también para otros organismos transmisores de diferentes enfermedades.
Sin embargo, a pesar de que representa una amenaza para la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos e inclusive para las actividades económicas y la salud del ser humano ¿Cómo es que se producen las invasiones de estas plantas? existen dos medios muy característicos: la introducción de especies invasoras por medio natural como el viento, corrientes de agua o cambios en las barreras naturales, y las introducidas por medio de las actividades humanas. En este último punto, el incremento del comercio (acuarismo, producción ornamental), las actividades turísticas y el incremento de los medios de transporte, entre otros, ha propiciado las oportunidades para que estas especies se dispersen y se establezcan en diferentes lugares.
Ante el panorama del avance de las especies invasoras, particularmente las plantas acuáticas invasoras en este caso, se proponen diferentes medidas e instrumentos para su prevención, control y erradicación como es el caso del control de nutrientes en los cuerpos de agua mediante el control de medios de contaminación como descargas de aguas residuales, trituración y extracción o control biológico de sus poblaciones.
Otra alternativa novedosa que ha surgido para controlar la proliferación de las hidrófitas invasoras en el agua, es aprovechar su uso en una amplia gama de actividades como son la elaboración de artesanías, uso alimenticio, medicinal, forrajero, abono orgánico, indicador de contaminación, depuradoras de agua contaminada, sustituto en la elaboración de papel, entre muchas otras.
Sin lugar a duda las invasiones de plantas acuáticas representan un inconveniente para conservar la diversidad biológica de los ecosistemas acuáticos, también afecta las actividades económicas e inclusive la salud del ser humano, pero también representa la oportunidad para innovar soluciones como lo es el aprovechamiento potencial que tienen las malezas acuáticas. Es importante tomar conciencia que estamos a tiempo de tomar las mejores decisiones para conservar la biodiversidad del planeta y en este caso para salvaguardar la biodiversidad presente en los ecosistemas acuáticos.
Biol. Brenda Rendón García / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Maestría en Manejo de Recursos Naturales.
Dr. Jaime Raúl Bonilla-Barbosa / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigaciones Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.