La polinización es un proceso clave del que dependemos para comer. Alrededor del 85% de las especies de plantas que producen frutas y verduras, que comemos todos los días, son polinizadas por insectos. La gran mayoría de los polinizadores son insectos, aunque también participan en este proceso aves, murciélagos y otros mamíferos que se encargan de la dispersión de polen de una flor a otra. Parte fundamental en esta crisis mundial consiste en el hecho de que estamos poco familiarizados con la importancia de los ecosistemas de estos insectos, del impacto que algunas actividades humanas tienen sobre ellos y, sobre todo, qué no sabemos qué podemos hacer como sociedad civil para ayudar a mitigar esta crisis.
En México hay cerca de 2,000 especies de abejas y aproximadamente 250 en Morelos. La mayoría de nosotros conocemos las abejas melíferas, esas abejas con aguijón, rayas negras y amarillas, de origen asiático que producen miel deliciosa (Figura 1). Pero, la gran diversidad de las especies de abejas radica en las abejas solitarias: abejas que no viven en colmenas, sino en nidos individuales, no producen miel y, por ende, no han sido domesticadas (Figura 2). Algunas pocas son de origen mesoamericano y no poseen aguijón, las cuales han sido sujetas a manejo por ejemplo por los antiguos pobladores mayas para la producción de miel. Además de las abejas, otros insectos que tienen un papel preponderante como polinizadores son los escarabajos (Figura 3) y las mariposas. Estos importantes insectos enfrentan muchas amenazas como la pérdida de su hábitat, contaminación, uso de pesticidas, cambio climático, plagas y enfermedades. ¿Te has preguntado, qué pasa en las grandes urbes con estos polinizadores? y ¿Qué puedes hacer para transformar un hábitat más saludable para estos insectos?
Los cambios asociados con la urbanización, a menudo alteran la composición y distribución de una variedad de especies, incluidos los insectos polinizadores. Además, las especies generalistas (como las abejas melíferas) y exóticas tienden a aumentar, lo que provoca que los polinizadores nativos muchas veces sean desplazados o eliminados. A pesar de este grave panorama, los hábitats urbanos pueden tener el potencial de ayudar a la reconexión con la naturaleza y proporcionar servicios ecosistémicos a la población urbana. Una iniciativa ciudadana con mayor impacto, ha sido la propuesta de convertir las ciudades en lugares amigables para los polinizadores mediante el distintivo #BeeCity (#CiudadAbeja). Esta propuesta nació en 2008 en los Estados Unidos por la Sociedad Xerces, y actualmente hay alrededor de 70 ciudades Bee en Estados Unidos y 16 en Canadá. La idea del programa es fomentar el diálogo ciudadano para crear conciencia sobre el papel que desempeñan los polinizadores, a partir de acciones muy puntuales para favorecer su hábitat. Por ejemplo, colocar sitios de anidación para las abejas solitarias y desarrollar talleres de difusión sobre la importancia de estos insectos (Figura 4). Se busca establecer grupos de trabajo con especialistas, líderes comunitarios, escuelas y gobierno.
En Cuernavaca, hay cuatro Áreas Naturales Protegidas: el Mirador, las Barrancas Poniente, el Bosque norponiente y las Barrancas de Cuernavaca, y más de 20 jardines y parques públicos, la mayoría de los cuales están abiertos al público y dependen de la administración del ayuntamiento y, en menor medida, de la participación de los ciudadanos locales. Las condiciones anteriores podrían ser un alentador panorama para impulsar a Cuernavaca como una ciudad amigable para los insectos polinizadores.
Primera reflexión. Muchos parques, jardines y áreas naturales están ubicados en colonias de alta densidad o cercanas al área urbana, brindando la oportunidad a la comunidad de estar en contacto con áreas verdes. Sin embargo, en algunas de estas zonas es desconcertante ver el abandono, la falta de vigilancia y mantenimiento, lo que las convierte muchas veces en zonas inseguras y/o llenas de basura.
Segunda reflexión. Si bien los gobiernos municipales han estructurado instrumentos de gestión ambiental, como el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio, es fundamental hacer un análisis de estas políticas públicas tomando en cuenta la visión de los actores implicados, en relación a cómo perciben los temas ambientales de su comunidad y cómo se apropian y valoran su espacio para crear programas más adecuados. En este sentido, la visión antropológica ha señalado que el ambiente es una construcción social, donde los actores experimentan el ambiente de manera diferente, y muchas veces, los conflictos emergen y las políticas públicas son inconexas o fracasan, al no tomar en cuenta estas interacciones y las diferentes visiones.
Tercera reflexión. En 1996 Kay Milton señaló que la promoción de la conservación ha adoptado principalmente dos posturas: la conservacionista, donde es importante proteger la naturaleza como un recurso de uso humano y la preservacionista, donde hay una obligación moral de proteger el ambiente incluso del uso humano. En el primer caso, el tener actitudes favorables hacia la conservación están relacionadas con la existencia de beneficios derivados, y aun cuando esto último puede parecer favorable y ha dado resultados a corto plazo, es necesario transitar de este utilitarismo hacia una visión más ética.
Cuarta reflexión. La visión ética no se puede generar espontáneamente, sino que requiere la difusión de información y la apropiación de conocimiento por parte de las comunidades urbanas, acerca de la importancia de los insectos polinizadores y una comprensión más profunda de las implicaciones de esta crisis.
Quinta reflexión. Descrito de este modo, es trascendental adoptar un papel más activo por parte de todos los actores implicados, ya sean los tomadores de decisiones, la academia o las comunidades urbanas, para fortalecer la participación social y la capacidad de las comunidades de organizarse y tomar decisiones, puesto que los cambios ambientales, como la disminución de estos insectos, nos afecta a todos.
Para saber más:
Milton, K. (1996). Environmentalism and cultural theory. Exploring the role of Anthropology in environmental discourse. Londres & New York: Routledge.
Mora, E. (2017). México y sus polinizadores: crónica de una crisis anunciada. Recuperado de: http://web.ecologia.unam.mx/oikos3.0/index.php/articulos/vaquita/8-articulos/349-mexico-y-sus-polinizadores
Ollerton, J., Winfree, R., & Tarrant, S. (2011). How many flowering plants are pollinated by animals?. Oikos, 120(3), 321- 326.
The Xerces Society. (2018). Sitio del proyecto #BeeCity. Recuperado de: https://www.beecityusa.org
Ted-talks. (2011). La belleza oculta de la polinización. Charla del cineasta Louie Schwartzberg con tomas asombrosas sobre la vida de los polinizadores (subtitulos en español). Recuperado de: https://www.ted.com/talks/louie_schwartzberg_the_hidden_beauty_of_pollination
U.S. Fish & Wildlife Service. (2011). Attracting Pollinators to Your Garden. Recuperado de: https://www.fws.gov/pollinators/pdfs/PollinatorBookletFinalrevPrint.pdf
Nota: Todas las imágenes son de Concepción Martínez Peralta.
Dra. Diana Platas-Neri / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Concepción Martínez Peralta / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. María Ventura Rosas Echeverría / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Escuela de Estudios Superiores del Jicarero, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Centro de Investigación en Ciencias Cognitivas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.