Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

INFRAESTRUCTURAS PARA LA PAZ: UNA POSIBILIDAD PARA MÉXICO

infraestructuras1

En nuestro país las distintas manifestaciones de violencias1 provocan miedo e incertidumbre, lo cual puede tener como resultado un escenario de inactividad y apatía por parte de la población en la construcción de alternativas que permitan cambiar dicho panorama.
Pese a dicho escenario, varias organizaciones sociales y de víctimas tanto a nivel nacional como estatal han venido realizando una fuerte actividad para defender los Derechos Humanos (D.H.) y construir paz. Ésta última se compone de acciones que buscan la creación de condiciones que posibilitan la ausencia de violencias mediante la justicia social, el respeto a los D.H., el desarrollo económico y social, la igualdad de género, la participación democrática, la sustentabilidad, la atención de las vulnerabilidades sociales, así como el impulso de valores, actitudes y comportamientos que rechacen la violencia.

La construcción de paz vincula la participación de actores locales, regionales e internacionales en actividades con un enfoque integral para la prevención de las violencias mediante distintas actividades cuyo enfoque central son la educación para la paz y la cultura de paz. La primera de ellas se refiere a un cambio en los procesos educativos que permitan sensibilizar a la población estudiantil, docentes y familiares en el manejo de conflictos mediante la creación y capacitación en habilidades de mediación. En cuanto a la cultura de paz es un proyecto alternativo que posibilita el reencuentro del ser humano con su entorno social, político, económico, tecnológico y ambiental, en términos de equilibrio. La cultura de paz favorece los intercambios culturales, la revaloración de los bienes y prácticas inmateriales que ayuden a consolidar a la sociedad en la diversidad cultural y el respeto mutuo. Ello porque reconoce y respeta el valor intrínseco de todas las diversas identidades culturales nacionales e internacionales.
Como se hizo mención, un elemento importante en la construcción de paz es la necesaria y efectiva participación de la sociedad civil “mediante la gobernanza –y la prevención de conflictos - con el objetivo de generar políticas y proyectos de desarrollo” (Peck, 1998, p. 17). Esta participación puede concretarse mediante la creación de Infraestructuras para la paz. Las cuales son una propuesta de John Paul Lederach (1997), estadounidense especialista en construcción de paz. Quien las define como “una red dinámica de estructuras interdependientes, mecanismos, recursos, valores y habilidades que contribuyen a la construcción de paz mediante la consulta y el diálogo entre los distintos tipos de organizaciones sociales” (Lederach, 1997, p. 119).

De acuerdo con el sociólogo noruego Johan Galtung (1996) la violencia se divide en tres grandes grupos: directa, estructural y cultural. La primera engloba los actos que atentan contra la vida. En el caso de la estructural, se constituye por las interacciones sociales que condicionan la división y la exclusión de amplios sectores de la población (Galtung, 1996, p. 36). Mientras que la violencia cultural es el mecanismo que legitima a los otros dos tipos de violencia mediante significados y representaciones culturales.

Una característica de las Infraestructuras para la paz es la generación de mecanismos de consulta y diálogo que establecen vínculos colaborativos entre los tres niveles de gobierno (local, estatal y federal) con el objetivo de “diseñar e implementar estrategias de respuesta inmediata ante las crisis, así como medir su capacidad –y compromiso- para la construcción de paz” (van Tongeren, 2013). De esta manera, los proyectos diseñados e implementados adquieren un enfoque territorial, ya que se enfocan en las necesidades específicas de las comunidades afectadas por las violencias, pero sobre todo en las capacidades de agencia de la población. De esta manera, las Infraestructuras para la paz enmarcan actividades para el cambio y la reconciliación social, así como el impulso a la transformación de la sociedad.
Las Infraestructuras para la paz se han implementado en países como Ghana, Uganda, Kenia, Colombia entre otros. Cada una de estas experiencias se caracteriza por responder a las necesidades específicas de sus comunidades, sin embargo, mantienen algunos rasgos en común como el impulso a la participación de la sociedad desde los ámbitos locales, regionales y nacionales. Con el objetivo de fomentar el trabajo en red entre comunidades, organizaciones sociales y gobiernos.
Además, fomentan el desarrollo de proyectos mediante la co-gestión, que se basa en “la gestión de recursos a nivel local, nacional e internacional, el intercambio de metodologías para la planificación y la implementación de mecanismos de gestión compartida entre los integrantes” (Redín, Alí, y Poggiese, 1999, p. 11). De esta manera, se impulsan los vínculos de solidaridad y confianza de las comunidades en donde se diseñen e implementen dichos proyectos.
De acuerdo con Paul Van Tongeren (2013), las Infraestructuras para la paz se integran por elementos con un trabajo en red, los que pueden variar dependiendo de las características y necesidades de las sociedades en donde se desarrollen. Sin embargo, los elementos básicos de las infraestructuras para la paz son:
Plataforma nacional de foros para la construcción de paz. Espacios para la consulta y la cooperación de los principales stakeholders (o partes interesadas) como empresarios, asociaciones empresariales e inversores en proyectos de construcción de paz con enfoque territorial.

Unidades de apoyo para la construcción de paz. Su objetivo es desarrollar e implementar las políticas de Gobierno (en los tres niveles) para la construcción de paz.

Comisiones de la verdad. “organismos oficiales, no judiciales y de vigencia limitada que se constituyen para esclarecer hechos, causas y consecuencias relativos a pasadas violaciones de los derechos humanos” (González y Varney, 2013, p. 13). En un proceso

de construcción de paz los derechos de las víctimas2 adquieren centralidad para generar relaciones sociales justas y equitativas.
Comités de Paz. Integrados por personas con alto prestigio social, con competencias para la transformación de conflictos3 y con la capacidad para vincular grupos con diferencias políticas. “Su principal objetivo es la reducción de las violencias, promover el diálogo, así como contribuir a la reconciliación social” (van Tongeren, 2012, pp. 98-99). Además, tienen la capacidad de coordinar la operación de las Infraestructuras para la Paz.

Comités locales de paz. Son integrados por representantes de las comunidades, y funcionan como un efectivo método participativo para la toma de decisiones a nivel comunitario, debido a la creación de asambleas o foros municipales que permiten la creación de espacios de consenso (van Tongeren, 2013, p. 34). Se dividen en dos tipos: formales (con participación activa del gobierno) e informales (sin la participación activa del gobierno). Los de tipo formal operan con las estructuras gubernamentales para coincidir con las políticas nacionales, mientras que los no formales construyen redes de colaboración e intercambio no gubernamental.

En el caso de México la implementación de las infraestructuras para la paz se considera viable debido a las acciones y trabajos realizados por organizaciones de víctimas y aquéllas que enfocan sus esfuerzos para la construcción de paz. Las cuales podrían ser los primeros elementos para conformar Comités Locales de Paz, que operarían mediante un trabajo en red en coordinación con los otros elementos de las Infraestructuras. Lo cual permitiría el flujo de recursos y experiencias para la construcción de paz mediante el impulso a proyectos de desarrollo con un enfoque territorial.
Para saber más:

Galtung, Johan. (1996). Peace by peaceful means. Peace and Conflict, Development and Civilitation. Oslo: International Peace Research Institute.

Galtung, Johan. (1996). Peace by peaceful means. Peace and Conflict, Development and Civilitation. Oslo: International Peace Research Institute.

González, Eduardo, y Varney, Howard. (2013). En busca de la verdad. Elementos para la creación de una comisión de la verdad eficaz. New York, Brasilia: Centro Internacional para la Justicia Transicional, Comisión de Amnistía del Minisiterio de Justicia de Brasil.

Lederach, John Paul. (1997). Building Peace: Sustainable Reconciliation in Divided Societies. Washington, D.C.: United States Institute of Peace.

Peck, Connie. (1998). Sustainable peace: the role of the United Nations and regional organizations in preventing conflict. New York: Carnegie Commision on Preventing Deadly Conflict.

Redín, Maríe Elena, Alí, Patricia, y Poggiese, Héctor. (1999). El papel de las redes en el desarrollo local como prácticas asociadas entre Estado y Sociedad. http://www.flacso.org.ar/uploaded_files/Publicaciones/el.papel.de.las.redes.en.el.desarrollo.local.como.practicas.pdf 23/10/2013

van Tongeren, Paul. (2012). Creating Infrastructures for Peace – Experiences at Three Continents. Pensamiento Propio, 36-37, 91-127.

van Tongeren, Paul. (2013). Background Paper on Infrastructure for Peace. Paper presented at the Seminar on Infrastructure for Peace, part of the Sixth Gamip Summit, Global Alliance for Ministries and Infrastructures for Peace, Geneva, Switzerland. http://peaceportal.org/documents/130225323/130281240/Background+Reader+I4P+seminar/3ac4952d-9220-4dd9-9acb-5c1db8c881e0 Acceso 28/10/16

Los derechos de las víctimas son cuatro: Derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación del daño y a la no repetición. El cumplimiento y garantía de estos derechos permiten evitar procesos de revictimización (como negar la condición de víctima) así como construir una sociedad más justa basada en la verdad y en el reconocimiento de las violencias.
Lederach propuso la metodología de Transformación de Conflictos su objetivo no es terminar con el conflicto como lo propone la perspectiva de la resolución de conflictos, sino la construcción de enfoques que permitan encauzar los conflictos y las relaciones mediante prácticas que posibiliten abordar las modificaciones continuas de las dinámicas sociales.


Dra. Tania Galaviz Armenta /
Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales, Universidad Autónoma del Estado de Morelos.