Archivo: Ecología acuática
Dr. Héctor Quiroz Castelán / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de
Morelos
Fotografías: Mtro. Miguel Ángel Reza Urueta / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Se denomina lago a cualquier cuerpo de agua continental que no presenta movimiento en flujo continuo, se encuentran embalsados y tienen un aporte de agua, que regularmente es un manantial, arroyo, barranca o un río, generalmente son naturales y en el caso de los de “Zempoala”, localizados en el municipio de Huitzilac, Morelos son de origen volcánico. Algunos de los más importantes en México son: “Chapala” en Jalisco, “Pátzcuaro” y “Cuitzeo” en Michoacán.
Las lagunas desde el punto de vista ecológico, son cuerpos de agua que se encuentran en contacto con el océano y presentan agua salobre, la cual se refiere a una mezcla de agua salada y dulce, debido a que tienen un aporte de agua dulce por ríos generalmente, por lo que se les denomina: Lagunas costeras y, están consideradas dentro de la zona costera, como sistemas acuáticos en una zona de transición entre el mar y los continentes; las más importantes en México son: “Términos” en Campeche, “Tamiahua” en Veracruz y “Tres Palos” en Guerrero.
En Morelos los principales cuerpos de agua se encuentran localizados en la región Sur y Oriente, sin embargo, en la región Noroeste del Estado se encuentran una serie de lagos cuya importancia principal está relacionada con el uso del agua para consumo humano y como áreas turísticas así como zonas de recarga de acuíferos. Estos lagos se encuentran en el Parque Nacional “Lagunas de Zempoala”, localizado en los límites de los estados de México y Morelos.
Muchos conocemos a este Parque Nacional como “Lagunas de Zempoala”, por costumbre y/o falta de conocimiento, debido a que en muchas ocasiones a los reservorios o cuerpos de agua, los llamamos laguna, lago, lagunita y laguna seca, tal es el caso, de los “Lagos de Zempoala”, ubicados en el municipio de Huitzilac, Morelos, del lago de “Coatetelco”, localizado en el municipio de Miacatlán y del lago de “Tequesquitengo”, localizado en Jojutla.
Este parque lleva su nombre por los sistemas acuáticos que se presentan ahí, los cuales han sido llamados popularmente lagunas, ya que por costumbre en las comunidades cercanas los denominan así: laguna, lagunita y laguna seca, tal es el caso, de estos lagos ubicados en los municipios de Huitzilac, Morelos y Ocuilan de Arteaga, Estado de México, así como del lago de “Coatetelco”, localizado en el municipio de Miacatlán, Morelos y del lago de “Tequesquitengo”, localizado en Jojutla, Morelos
En el Parque Nacional “Lagunas de Zempoala”, se encuentran varios cauces permanentes e intermitentes, que dan origen a 7 cuerpos de agua o lagos. La mayoría de los lagos de este parque se encuentran extintos, solamente algunos presentan agua en época de lluvias, excepto Zempoala y Tonatiahua que son permanentes.
Este Parque representa un área fundamental para la conservación de especies vegetales y animales en la región centro-sur de la República Mexicana. Habitan en sus aguas el mexalpique y el axolote, especies nativas de esta región, que tienen que ver con la Cuenca del Balsas y la del Lerma, importante para la biodiversidad en la zona.
Las condiciones actuales de los dos principales lagos del Parque Nacional “Lagunas de Zempoala”, son de un muy serio deterioro ecológico, originado por varios factores, como son: la tala inmoderada, la extracción de tierra de monte, el sobre pastoreo, la contaminación (por varias vías), principalmente por la inclusión de materiales sólidos, materia orgánica, grasas, cochambre y detergentes y por su utilización como áreas recreativas; fundamentalmente también, por la extracción de agua sobre todo del Lago “Zempoala” y de los manantiales que alimentan a ambos lagos, principalmente del manantial “Las Trancas”.
Otro punto importante, que conlleva al deterioro de estos lagos, es el aumento en los niveles de sedimento en ambos lagos, ocasionado por el continuo aporte de material exógeno (suelo, troncos y hojas) y de material endógeno, principalmente por el aumento de la vegetación acuática, lo que representa un grave problema, considerando que si se mantiene este nivel de agregación sedimentaría puede provocar la extinción de estos cuerpos de agua en un corto periodo de tiempo, tomando en cuenta, que a inicios de la década de los 80 se tenía un nivel de profundidad máxima de 8 metros y a finales de los 90 se registraron 6 y hasta 7 metros. Con base en estos registros, se puede señalar que se presenta un decremento de profundidad de aproximadamente un metro o más en 20 años, lo que significa que en la década de los 2020 el Lago “Zempoala” presentará un nivel entre 5 y 4 metros, lo que propiciará una colonización acelerada de vegetación litoral, para proceder a un estado posterior de distrofia; esto si no se incrementa la extracción de agua para consumo humano, lo que se ve bastante probable, dadas las circunstancias de incremento de asentamientos humanos en la región.
Para minimizar el proceso de sedimentación que se viene dando en los lagos, se proponen las siguientes acciones: analizar la posibilidad de la realización del dragado para corrección de exceso de materia orgánica y control de malezas acuáticas, lo que debe contemplarse con las restricciones adecuadas, ya que se puede afectar el metabolismo del lago, especialmente en lo que se refiere a especies particulares y su existencia misma; así también, se deben ubicar barreras naturales y artificiales, reforestar y controlar la tala inmoderada. Se deben llevar a cabo análisis de recuperación y mantenimiento de los lagos operantes (recolección de basura, dragado, barreras, etc.), asimismo, llevar a cabo la construcción de lavaderos comunitarios con control de desechos, utilización de detergentes biológicos y tratamiento de aguas negras. Es necesario realizar la reubicación de establos y construcción de sanitarios adecuados o la readecuación de los ya existentes.
Se debe considerar como parte fundamental la impartición de talleres de uso, manejo y conservación del agua a la comunidad en todos los niveles, así como de la biodiversidad y definir políticas en cuanto al control de la ubicación y ampliación o dotación de tomas de agua. Así como contemplar el planteamiento y desarrollo de proyectos y programas para la conservación y recuperación de poblaciones de los organismos acuáticos originarios de esta área; así como, el desarrollo de proyectos productivos, y de educación ambiental con fundaciones y empresas privadas. Siempre y cuando estas actividades estén planeadas adecuadamente, para contribuir a la conservación de estos dos importantes cuerpos de agua de la región norte del Estado de Morelos.
Héctor Quiroz Castelán es originario del estado de Puebla y radica en Morelos desde hace 32 años. Realizó sus estudios de licenciatura en la Escuela de Biología de la UAEM, y la Maestría y el Doctorado en Ciencias (Biología) en la Facultad de Ciencias UNAM. Es especialista en Limnología, Ecología Acuática y Acuicultura Rural. Actualmente es Investigador de Tiempo Completo adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas donde es Secretario Académico y responsable del Laboratorio Hidrobiología, así como docente en la Facultad de Ciencias Biológicas.