Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Los parientes diminutos de los cangrejos como reguladores del mosco del dengue

Los copépodos son animales microscópicos que pueden vivir flotando en el agua y desplazarse por medio del movimiento de esta o también pueden vivir y desplazarse en el fondo. Son parientes diminutos de los cangrejos, camarones y langostas. Estos organismos son tan pequeños que se necesita de un microscopio para poder observarlos. La mayoría de ellos son pálidos y transparentes, sin embargo, algunas especies pueden tener colores como rojo, anaranjado, azul o negro brillantes.

Para darnos una idea de la forma de estos animalitos, evocaremos al personaje llamado Plankton, creado por Stephen Hillenburg de la serie animada Bob Esponja, que es ni más ni menos que un famoso copépodo.

Su cuerpo generalmente es corto y cilíndrico, con un tórax y un abdomen; su cabeza es redondeada, tienen un solo ojo y presentan dos pares de antenas.

Se distribuyen desde la Antártida, en agua marina y agua dulce. También habitan en las cuevas y hasta en las chimeneas hidrotermales. Incluso, algunos copépodos son semiterrestres y se pueden encontrar en el agua almacenada en los musgos y hojarascas que se depositan en el suelo de los bosques tropicales.

Su alimentación es muy diversa, hay especies planctónicas que se alimentan principalmente de fitoplancton y algunas de restos de peces; hay parásitos alimentándose de sangre y fluidos de animales; también depredadores, principalmente de numerosas larvas de mosquito. Estos últimos, han sido probados con éxito en experimentos de laboratorio y de campo contra larvas de Aedes aegypti y otras especies de insectos.

La picadura del mosquito Aedes aegypti provoca brotes y epidemias de dengue, chikungunya y zika, lo cual representa un problema de salud pública que incluso ocasiona la muerte de los seres humanos. Estas enfermedades de origen viral, actualmente no tienen medicamentos ni vacunas para ser curadas o prevenidas. La única manera de protegerse de ellas es mediante medidas de saneamiento básico y protección personal, por lo general evitando la creación de criaderos de mosquitos (cualquier recipiente que acumule agua como botellas, floreros, baldes, palanganas, bebederos de animales, tanques de agua, porta macetas, lonas o bolsas arrugadas, tanques de agua, entre otros).

El ser humano ha implementado una serie de alternativas, como el uso de insecticidas, que lideran los programas de control del vector de la enfermedad y que mantienen bajo control las poblaciones de moscos. Sin embargo, ello trae como consecuencia la resistencia de estos organismos, además de contaminación al ambiente. En la búsqueda de una solución a estos problemas de salud pública que aquejan a la población, se ha utilizado, como una alternativa a ser incorporada en los programas, el control biológico de vectores. Esto es, el empleo de diferentes organismos capaces de reducir las poblaciones de mosco que no afecten a la salud del ser humano.

En el Laboratorio de Hidrobiología del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, actualmente se realizan estudios sobre el uso de los copépodos como reguladores de las poblaciones de moscos. Estos copépodos son microanimales comunes y poco conocidos por las personas, ya que son imperceptibles a simple vista. Lo cual es un factor a su favor como reguladores de las poblaciones de los moscos, debido a que no se perciben dentro de sus recipientes de agua y no causan ningún daño a los seres humanos ni al ambiente.

En el agua de las presas y bordos del estado de Morelos habitan estos animales microscópicos. Son capaces de morder a las larvas del mosco y causarles severos daños que los debilitan hasta posteriormente provocarles la muerte. Con esta medida se reduce entre 85 y 99 % de las larvas del mosco causante del dengue.

A juzgar por su desempeño en estudios de laboratorio y de campo, este organismo tiene el mérito de ser considerado para su uso operativo en la regulación de las poblaciones de larvas de Aedes. Así también, podrían resultar útiles para una variedad de hábitats de reproducción de mosquitos y considerarlos como una perspectiva particularmente prometedora donde la fiebre del dengue es un problema.


M. en C. Roberto Trejo Albarrán / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigaciones Biológicas
de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos,
Cuernavaca, Morelos.