Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

La importancia de las plantas acuáticas en Morelos como abono verde, ornamento, alimento y en la construcción

Dr. Jaime Raúl Bonilla-Barbosa / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Archivo: Hidrobotánica

México, alberga el 72.8% de ecosistemas naturales y el 27.2% de ecosistemas transformados, localizándose en ellos una rica y abundante flora que ubica a nuestro país en el sexto lugar mundial en diversidad de plantas vasculares. Esta riqueza biológica ofrece el beneficio del manejo de los recursos bióticos que pueden derivar en la obtención de satisfactores a las múltiples necesidades de la población.
            Las plantas siempre han jugado un papel muy importante en el desarrollo cultural del hombre desde la recolecta y el origen de la agricultura a través del tiempo y el espacio. Entre los grupos de plantas reconocidos, incluyendo algas, hongos, musgos, helechos, gimnospermas y angiospermas, este último ha proporcionado casi la mayoría de las especies que actualmente se utilizan. También es importante hacer notar, que dentro de las angiospermas, el grupo de plantas terrestres es el que mayormente se conoce en este sentido, mientras que el de las acuáticas, históricamente, se les ha dado muy poca importancia, pero en los últimos años esto ha cambiado notablemente.
            A manera de antecedentes generales, el conocimiento que han tenido las plantas acuáticas para nuestro país ha sido importante, ya que éstas se han representado en pinturas como en la ciudad de Teotihuacan (mural de Tepantitla), que data de los 400 a los 600 años D.C., donde una planta acuática, Nymphaea mexicana (“papatla”) fue importante. También son importantes tres obras antiguas que datan después de la conquista de México y que son la Historia Natural de la Nueva España, el Códice Badiano, y finalmente la Historia General de las Cosas de la Nueva España quienes brindan información relacionada a la importancia médica y alimentaria de algunas especies de plantas acuáticas. Algunas hidrófitas, "tules", de las familias Cyperaceae y Typhaceae sirvieron de motivo religioso, como es el caso del Dios Nappatecuhtli "Señor de la estera", que era el Dios de los que fabricaban petates y otros objetos hechos con estas plantas.
En Morelos se tiene conocimiento de la importancia que han tenido y tienen este grupo de plantas, y en particular de aquellas con fines alimentarios de Coatlán del Río; medicinales en el Parque Nacional Lagunas de Zempoala; para la construcción en el lago de Coatetelco; ornamentales para todo el estado; y el empleo del lirio acuático Eichhornia crassipes (Mart.) Solms., para el cultivo de jitomate.
Aunado a lo anterior, el conocimiento y la importancia que tienen las plantas acuáticas actualmente en Morelos es muy diverso. De lo anterior, destaca lo siguiente:
En cuanto a la importancia que tienen como abono verde, las plantas acuáticas son un componente importante como sustrato de almácigos que se emplean para el cultivo del jitomate, aunque esto ha sido solamente a nivel experimental., en el que las macrófitas juegan un papel importante en su construcción, tal es el caso de Eichhornia crassipes (conocida como “patito” o “lirio acuático” es la única especie que aunque de manera escasa se le ha dado un uso en este sentido.
          Desde el punto de vista alimentario, una de las hidrófitas que es conocida para Morelos que tiene esta importancia es Rorippa nasturtium-aquaticum, conocida comúnmente como "berro". De ésta planta se usan todos sus órganos vegetativos, los cuales por la virtud de sus reservas de alimento son de potencial valor nutricional para el ser humano. Su follaje es un aceptable ingrediente para ensaladas o consumido directamente. Otra especie importante es Thalia geniculata, conocida como "platanillo", de la que su hoja se emplea para envolver tamales, carne, pescado, quesos, sustituyendo con ello las hojas del plátano.
            En Morelos las flores de Nymphaea pulchella y de N. elegans son empleadas como símbolo de “pureza” en algunas ceremonias religiosas, además también sirven para que se tenga mejor suerte en las ventas de comercios y para proteger de los "malos tiempos" y envidias a las personas. Otra especie de importancia es Typha domingensis, empleada para la elaboración de "huertos" que son construidos con las hojas de esta planta durante la Semana Santa o Mayor en la zona sur del estado.
            Importantes en la construcción son las hojas de Typha domingensis, conocido comúnmente como “tule”, las que son colocadas para formar techos de chozas o para hacer amarres y unir los postes. Además de que también tiene importancia en el hogar, ya que sus hojas maduras son usadas para la elaboración de enseres domésticos, tales como respaldos y asientos de sillas, el tejido de petates, y para la elaboración de "sopladores" o "aventadores". También, la inflorescencia de esta especie mezclada con lodo, sirve para construir el "tlecuil" o "pretil" y "cómales" en la cocina.
Con relación a su importancia ornamental, existe una diversidad de plantas para este propósito, destacan aquellas empleadas para acuario. Algunas especies se han cultivado desde hace varios años, siendo algunas de ellas introducidas de diferentes estados de la República o de otros países. El cultivo de plantas para acuarios incluye especies de clima templado y tropical y su propagación generalmente es vegetativa. Dentro de las hidrófitas emergentes, sumergidas y libremente flotadoras de mayor importancia ornamental en el estado están Stuckenia pectinata (“bosque de agua”), Echinodorus andrieuxii (“punta de flecha”), Egeria densa (“elodea”), Lemna aequinoctialis (“lentejita de agua”), Myriophyllum aquaticum (“praderita de agua”), M. heterophyllum (“praderita de agua”), Potamogeton crispus (“sierrita”), P. illinoensis (“cucharita”), Ranunculus trichophyllus (“alga”) y Vallisneria americana (“cintilla”). Es importante mencionar que la importación de hidrófitas colectadas en los trópicos y en las regiones templadas de otros países es muy frecuente para muchos acuaristas en el estado.
          Las plantas acuáticas empleadas para jardines acuáticos, han tenido un claro énfasis relacionado con su valor estético. Para ello, en algunos sitios se han construido jardines acuáticos con el propósito fundamental de crear un impacto visual que dé una atmósfera de paz y tranquilidad para meditar, al estilo oriental. Entre las especies de plantas que con mayor frecuencia están en los jardines acuáticos lo representan las hidrófitas emergentes como E. andrieuxii, Sagittaria longiloba (“punta de flecha”), Schoenoplecus californicus (“tule ancho”) y Typha domingensis, mientras que de las hidrófitas de hojas flotantes están varias especies del género Nymphaea, que han sido introducidas de otras regiones del mundo y con una gran variedad de híbridos; mientras que de las hidrófitas libremente flotadoras están Eichhornia crassipes y Pistia stratiotes (“lechuga de agua”).
          Las plantas acuáticas ornamentales que se emplean para arreglos florales, además del valor estético que tienen, su variedad y abundancia en Morelos representa para quienes las posee un estado y jerarquía sociales considerables. De estas hidrófitas sólo algunas partes de la planta son usadas, ya sea la flor, los tallos o la inflorescencia. Dentro de este grupo de plantas se tienen a Equisetum hyemale (“cola de caballo”), Nymphaea elegans (“nenúfar”), N. pulchella (“lirio acuático”), Typha domingensis y T. latifolia (“tule”), las cuales se expenden en negocios ya bien establecidos o en los mercados municipales. Algunas de ellas son usadas de manera natural o como en el caso de las especies de Typha se emplean colorantes para la inflorescencia conocida como "cuete grande" o "cuete chico", que le da el tono adecuado al arreglo floral.
          Es necesario considerar que el valor e importancia de las plantas acuáticas en el estado de Morelos, ha tenido gran interés en los recientes años, con una espectacular expansión en las zonas centro, oriente y sur del estado.

 


El Dr. Jaime Bonilla-Barbosa es originario del Distrito Federal. Biólogo egresado de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, realizó sus estudios de Maestría y Doctorado en Ciencias en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es Responsable del Laboratorio de Hidrobotánica y Jefe del Departamento de Biología Vegetal del Centro de investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Sus Líneas de Generación y Aplicación del Conocimiento son Sistemática, Biogeografía, Ecología, Etnobotánica y Biología de Plantas Acuáticas Vasculares incluida su propagación. Forma parte del Cuerpo Académico de Evaluación de la Biodiversidad. Es Vicepresidente de la Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación.