El sistema inmunológico es el conjunto de mecanismos de defensa que posee nuestro cuerpo en contra de microorganismos como bacterias, hongos y virus. Asimismo, existen moléculas propias que también son capaces de activar al sistema inmunológico, por considerarlas señales de alarma, al presentarse en sitios o concentraciones en las que en condiciones normales no se encuentran, por ejemplo, proteínas, ADN y células tumorales.
Tradicionalmente el sistema inmunológico se ha subdividido en dos: el sistema inmune innato y el sistema inmune adaptativo. El sistema inmune innato es la primera línea de defensa y está conformado por barreras físicas (piel y mucosas), células (macrófagos, neutrófilos, células asesinas naturales, linfocitos, etc.) y proteínas (complemento, citocinas, enzimas proteolíticas). La respuesta inmune adaptativa se presenta días después de la infección o lesión y es mediada por los linfocitos T y B. Además, posee una “memoria inmunológica” (producción de anticuerpos específicos) que permite que ante un segundo encuentro con el mismo estimulo, la respuesta sea más rápida y más eficiente.
Un tumor es la consecuencia de una alteración en el equilibrio entre la proliferación y la muerte celular, son células que crecen sin control y tienden a invadir otros tejidos alterando su funcionamiento. El meduloblastoma es un tumor que se presenta en una región del cerebro, llamada cerebelo que es el encargado principalmente de las funciones motoras del cuerpo como caminar, correr y escribir. Los meduloblastomas se presentan con una mayor frecuencia entre los 4-7 años de edad y rara vez se diagnostica en adultos. Aproximadamente el 10% de los casos está provocado por una predisposición genética, pero en la mayoría de los pacientes la causa es desconocida. Los tratamientos para combatir al tumor, que incluyen la cirugía para extirparlo, la quimioterapia y la radioterapia, suelen ser exitosos. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes los efectos secundarios sobre la capacidad cognitiva y motora son graves.
El meduloblastoma no sólo evade al sistema inmunológico, también lo utiliza a su favor en etapas fundamentales para el desarrollo, invasión y metástasis del tumor. En nuestro grupo de investigación estamos interesados en caracterizar y dirigir la respuesta inmune para incrementar la sensibilidad al tratamiento oncológico actual, con el objetivo de implementar nuevas alternativas terapéuticas que permitan disminuir la morbilidad y mejorar el pronóstico y calidad de vida de los pacientes con tumores cerebrales.
¿Bebé o tumor?
Uno de los eventos más sorprendentes en la biología reproductiva humana es el proceso del embarazo. Tomando en cuenta la hipótesis del científico británico Peter Medaware, quien dice que el feto es lo mas parecido a un trasplante de tejido o un tumor, el embarazo se torna más misterioso aún, ya que es difícil explicar cómo pueden coexistir en total simbiosis la madre y el feto, es decir, cómo es posible que el sistema inmune materno acepte tal “implante” tomando en cuenta que el 50% del genoma embrionario proviene del padre.
Uno de los mecanismos fisiológicos responsables del establecimiento de la tolerancia inmunológica materno-fetal, es sin duda alguna la respuesta inflamatoria. Esta respuesta que se origina en el endometrio durante la gestación es un evento necesario al inicio y al final del embarazo. La forma en que el sistema inmune materno y las células que forman la placenta (trofoblastos) se comunican, es a través de la producción y reconocimiento de sustancias como las hormonas y las citocinas, las cuales juegan un papel crucial en eventos clave en el embarazo, tales como la implantación del embrión, el desarrollo de la placenta y el parto. Sin embargo, cualquier interferencia en esta comunicación celular puede traer consecuencias fatales para el inicio y el mantenimiento de la gestación, desencadenando complicaciones como el aborto espontáneo, la restricción del crecimiento fetal, pérdidas gestacionales repetidas, etc.
Para que la implantación del óvulo fertilizado se lleve a cabo de manera adecuada, el tejido uterino debe ser capaz de generar las señales correctas para permitir a las células trofoblásticas reconocer el sitio de la implantación. Una vez que el embrión queda implantado, los trofoblastos inician los procesos de invasión a través del endometrio y la formación de la placenta, eventos clave para el suministro de todos los requerimientos necesarios para el desarrollo del feto. Es sorprendente, que todo lo anterior sucede bajo la tolerancia de las células del sistema inmune materno presentes en el tejido uterino, es decir, sin que las células inmunológicas (como los macrófagos y los linfocitos), reconozcan al feto como un cuerpo extraño y sea rechazado. Sin embargo, al final de la gestación, estas mismas células inmunológicas inducen una serie de eventos capaces de dar inicio a las contracciones uterinas, cuya finalidad es expulsar el feto dando lugar al nacimiento del bebé, dicho de otra manera el útero materno “rechaza” al feto como si se tratara de un implante de tejido extraño. Desde esta perspectiva, el papel fundamental que juega el sistema inmunológico para finalizar con éxito el periodo gestacional, genera una gran diversidad de blancos moleculares para el diagnóstico temprano de patologías como la preeclampsia y el aborto recurrente.
Finalmente, podemos concluir que el entendimiento de los mecanismos de activación de la respuesta inmunológica, son una herramienta de gran importancia en la búsqueda y mejoramiento de nuevas alternativas preventivas, terapéuticas y de diagnóstico en el campo de la biomedicina.
ºDra. Ma. de Lourdes Álvarez Arellano / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Laboratorio de Investigación en Inmunología y Proteómica, CONACyT-Hospital Infantil de México Federico Gómez
ºDr. Pablo Enrique Domínguez López / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Hospital de Ginecología y Obstetricia No. 4 “Dr. Luis Castelazo Ayala¨, Instituto Mexicano del Seguro Social.