Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

La Etnomatemática, una oportunidad para incorporar saberes comunitarios

 

Ni etnomatemática kwalli moteititis kenime matemáticas wan ika motlasalowa keme panpa kualli tlapalewis. Mo teititia wan mosalowa kanpa tepalewia tekitlme

La etnomatemática es una forma de enseñar matemáticas y en consecuencia forjar habilidades vinculadas a la cultura de los aprendices. Se enseña y se aprende desde el contexto sociocultural para favorecer metodologías por proyectos.

Náhuatl de Cuentepec, traducción de Bryan M. Salazar Torres.

El concepto de interculturalidad ha transformado la vida en las escuelas, ya que ha dado pie no sólo a intercambios comunicativos, sino también a formas de hacer (prácticas) y de saber (técnicas) entre grupos de diferentes culturas; este intercambio debe ser entendido a partir de la relación de aprendizaje, del conocimiento compartido en el que se favorece la inclusión y el valor de la cultura. 

Según con lo anterior, se entiende que la escuela hoy en día es diversa, y el proceso de enseñanza aprendizaje de las niñas y niños requiere el uso de metodologías basadas en la acción y contextualización en los diferentes entornos comunitarios así como culturales, destacando aquellas que promueven la participación de los estudiantes para que puedan compartir sus conocimientos, la visión del mundo que poseen y que, al mismo tiempo, fortalecen su identidad.

Esta idea obliga a un cambio de mentalidad por parte de los docentes, porque su función no sólo es transmitir conocimientos, sino transformar hacia la inclusión de saberes y métodos locales. Para conseguirlo es necesario conocer ampliamente la cultura y los saberes matemáticos que se practican cotidianamente en el lugar donde se trabaja; por ejemplo, los procesos productivos, como la siembra y las actividades que impliquen matemáticas como las formas de medición propias del lugar, actividades de compra y venta, sistemas de conteo y cálculo.

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Fotografías: Claudia Pineda. Saber matemático y artesanal.

Introducir la etnografía a las matemáticas implica construir ambientes de aprendizaje donde se favorezca la comunicación, porque es a través del diálogo y de las relaciones sociales como se puede crear, inventar, resolver problemas y entender procesos que se presentan en el día a día de la vida de los pueblos; por ejemplo, comprender la geometría a partir del contexto de la agricultura o de la elaboración de artesanías, lo que permite abordar temas como las áreas y perímetros.

Las ideas matemáticas como medir, cuantificar, comparar y clasificar son formas de pensamiento presentes en los niños y niñas que adquieren en la vida cotidiana en ambientes culturales, naturales y sociales; razón por la cual es importante abordar la enseñanza matemática con un modelo de trabajo que facilite compartir y comprender el conocimiento, fomentando el desarrollo de estrategias por proyectos, que motive a estudiar casos propios de la comunidad, y sobre, todo gestar el aprendizaje a partir de la resolución de problemas reales y la experimentación.

Las estrategias didácticas tendrán que surgir desde lo concreto, reconociendo que los conocimientos etnomatemáticos han estado presentes en todas las culturas a lo largo de la historia, fundamentándose en prácticas socioculturales en las que se rescatan elementos propios de las comunidades, que permiten a los estudiantes experimentar y construir un aprendizaje matemático significativo y de provecho para la vida; es decir,  brinda a los estudiantes la oportunidad de vislumbrar que el conocimiento matemático se encuentra inmerso en múltiples ambientes. Lo que hay que subrayar es que las etnomatemáticas propician una didáctica de acción en la que las actividades planteadas son innovadoras y dan respuesta a la diversidad de necesidades de los estudiantes. Para ello es necesario conocer cómo es que se gesta el aprendizaje y cómo se puede mejorar partiendo del análisis del contexto intercultural.

Lo primero que hay que hacer es contextualizar los ejercicios, ya sean de numeración, conteo, operaciones básicas o geometría, y partir de los saberes de los estudiantes y de todo aquello que está a su alrededor para trabajar las matemáticas. Se puede partir de los objetos que son comunes como tejidos, objetos de alfarería y hasta el cuerpo mismo. También es necesario crear el material didáctico adecuado para generar interés en las matemáticas, motivar el aprendizaje y consolidar los conocimientos populares. Esta formación desde las etnomatemáticas coadyuva al saber hacer de los alumnos, permite construir acciones desde la perspectiva sociocultural que se vinculan con su entorno y le son significativas.

Trabajar la etnomatemática en la escuela, es una oportunidad para incorporar saberes comunitarios en la formación de niños y niñas, fortalecer su identidad y al mismo tiempo implica rescatar los referentes patrimoniales de la cultura matemática enriqueciendo el conocimiento científico.

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Fotografías: Claudia Pineda. Saber matemático y artesanal.

 

 

 


MTI Raful Pineda Villalobos | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Morelos