Dra. Eliane Ceccon / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Morelos.
Mtra. Luz Flores Rojas / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Morelos.
Archivo: Medioambiente y sociedad.
Actualmente varios Estados están adoptando el modelo de democracia formal y procedimental, paradójicamente las encuestas demuestran una creciente desconfianza de los ciudadanos hacia las élites burocráticas y políticas. Esta desconfianza se refleja en una reducción en la militancia partidista y en la participación de votantes en las elecciones.
Al mismo tiempo, debido a las dinámicas propias de la globalización, los países con economías emergentes se han visto obligados a seguir las reglas impuestas por las instituciones financieras internacionales. Estas instituciones, respaldadas por la ideología neoliberal vigente, promueven la reducción del papel del Estado en la prestación de los servicios básicos a la población, tales como salud, educación y seguridad, así como el debilitamiento de las instituciones públicas para regular, fiscalizar e integrar estos servicios. A partir de este debilitamiento del Estado, se han generado espacios para el crecimiento de la participación privada y de las organizaciones no gubernamentales en los asuntos de orden público.
Desafortunadamente, en algunos casos el espacio público también ha sido tomado por los poderes fácticos, que actúan a favor de sus propios intereses, en menoscabo de la construcción de tejido social, del desarrollo del país y de la mejora en las condiciones de vida de los ciudadanos. Por todo lo anterior, existe una creciente confianza hacia las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que a pesar de no ser elegidas por voto popular son percibidas como instituciones independientes del Estado y de los intereses corporativos, integradas por personas comprometidas con un conjunto de principios y valores que trabajan de manera voluntaria y auto-organizada.
Morelos es uno de los estados territorialmente más pequeños en México, sin embargo, alberga una importante biodiversidad debido a un gran espectro de altitudes y consecuentemente de temperaturas (con predominancia del clima tropical). Este estado padece serios problemas ambientales, como la expansión de zonas urbanas, la contaminación de barrancas, entre otros. Debido a la gravedad de estos problemas, se han desarrollado una serie de acciones que van más allá de las realizadas por las instituciones de gobierno, y las organizaciones de la sociedad civil ambientalistas han jugado un papel muy relevante.
Desafortunadamente muchas de las experiencias de trabajo realizadas por las OSC ambientalistas en Morelos no son del todo conocidas y la información documental o fáctica se encuentra dispersa, cuando no ausente, o bien es de origen secundario y no se encuentra sistematizada. Razón por la cual, durante los años de 2009 y 2010, se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, campus Morelos una investigación sobre el trabajo desarrollado por estas OSC en el estado de Morelos.
Se encontró que en Morelos al menos 43 OSC ambientalistas están activas. Una proporción considerable de ellas (42%), dedican la mayor parte de sus actividades a la educación ambiental. Algunas de ellas insertan sus actividades en la educación formal en escuelas primarias y secundarias, otras realizan sus proyectos exclusivamente en comunidades o con mujeres en zonas rurales o niños en zonas rurales y urbanas, otras incluso trabajan a nivel institucional. Un segundo tema importante de trabajo de las organizaciones es el uso y manejo de recursos naturales, seguido por el manejo de residuos sólidos. Un bajo porcentaje de OSC trabajan con la restauración y conservación de recursos naturales (9%) y agricultura sustentable (4.5%).
La ubicación de las OSC en el estado de Morelos esta concentrada en la capital (Cuernavaca) y sus alrededores. Afortunadamente, los municipios que albergan áreas naturales protegidas cuentan con al menos una OSC ambientalista local, con excepción del Parque Nacional Ixta-Popo y la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Huautla, que es administrada por el “Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación” de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en Cuernavaca, pero realiza la mayor parte de sus trabajos de investigación y conservación en dicha Reserva.
Un aspecto a resaltar es la perdurabilidad de las organizaciones, la cual se relaciona con la eficiencia en los proyectos de intervención. En las OSC en Morelos se encontró una perdurabilidad baja. Cerca de 60% de las OSC tiene 10 años o menos de existencia. La constitución legal de las OSC es un aspecto que cobra importancia en el ámbito de participación y financiamientos. Esto es, ciertas dependencias oficiales de gobierno limitan el apoyo financiero únicamente a aquellas OSC que cuentan con la Clave Única de Inscripción al registro (CLUNI). Situación que deja al margen y desamparo a la mayoría de las OSC ya que el registro implica tiempo, recursos y requisitos que muchas de estas organizaciones no llegan a cubrir.
Un rubro importante es el financiamiento, ya que gran parte del avance y amplitud en los proyectos depende de recursos financieros. En las OSC ambientalistas de Morelos se identificaron dos vías para la obtención de estos recursos, la primera y más importante es mediante donaciones por personas físicas o jurídicas, la segunda es la venta de servicios generados desde la misma organización, esta última ocurre en baja escala debido a la naturaleza misma de las organizaciones (sin fines de lucro). Un importante impedimento para acceder al financiamiento de proyectos, es la burocracia y la falta de asesoramiento en el llenado de formas y presupuestos, es de resaltar que estas limitantes son compartidas con la mayoría de las OSC de México. En Morelos la mayor parte de recursos y/o apoyos hacia las organizaciones son obtenidos por medio de un organismo gubernamental estatal (ej. CEAMA) o Federal, sea de desarrollo o de carácter ambiental (ej. SEDESOL, SEMARNAT). Esta relación de dependencia con el gobierno representa una enorme contradicción con el discurso de muchas organizaciones en relación al Estado y limita la acción pública de esas entidades y pone en riesgo su autonomía. Por otra parte, 33% de las OSC no recibe apoyo económico de ninguna institución, y poseen características propias de movimientos sociales activos, actuando en nombre de reivindicaciones no aceptadas por el Estado o por los intereses privados.
Estudiosos del tema consideran que las OSC pueden fortalecerse institucionalmente y adquirir mejores condiciones de sostenibilidad con la formación de redes de trabajo entre ellas. En Morelos las redes existentes entre las 43 OSC entrevistadas, presentan una configuración con una tendencia al fenómeno conocido como “mundo pequeño”, lo que significa que un pequeño número de OSC tiene un gran número de enlaces con otras organizaciones, mientras que una mayoría de ellas tienen pocos o ningún enlace. Esto puede ser un dato preocupante para su sustentabilidad ya que la capacidad de articulación es considerada un factor central en términos de lograr profundidad, continuidad y éxito en la gestión sus proyectos.
El punto más conspicuo que se destaca dentro de las experiencias vividas por las OSC ambientalistas, son los aprendizajes adquiridos en sus diferentes trayectorias, como el cambio de mentalidad en los grupos con quienes trabajan, sean niños, jóvenes, comunidades urbanas y rurales o mujeres, lo que muchas veces reditúa en acciones ambientales tangibles. En términos de obstáculos, estas organizaciones a menudo se ven rebasadas por dificultades recurrentes como la escasez de recursos humanos y materiales, que se reflejan muchas veces en un pobre poder de convocatoria, escasa difusión de información y acciones poco contundentes.
Los retos para las OSC de Morelos serían; lograr persuadir a los gobiernos y corporaciones para que acepten por convicción la implementación de acciones para prevenir y mitigar los impactos ambientales; ya que se trata de salvaguardar un bien común. Otro reto es aumentar su capacidad para volverse colaboradoras autónomas del Estado, proporcionando proyectos innovadores que puedan ser transformados en políticas públicas, creando una relación más productiva con el sistema político y con los movimientos sociales. Para lograr esto es necesario buscar una mayor credibilidad ante estos actores, mejorando la eficiencia de sus métodos técnico-científicos y gerenciales para sustentar sus argumentos y acciones colectivas. Esto se traduce en una mayor difusión y transparencia en la rendición de cuentas e información sobre el impacto de sus acciones para la sociedad.
Debemos recordar que la responsabilidad socio ambiental es un deber de todos, ya que las cosas que estimulan nuestro espíritu son intangibles como un bello bosque, un río cristalino, el vuelo de un pájaro, el espacio y el silencio sin los ruidos urbanos. Todos los seres humanos necesitan de estos valores en su búsqueda de la felicidad.
Agradecimientos: Agradecemos al proyecto PAPIIT IN300112, por el apoyo financiero para la realización de este estudio.
Semblanza
Eliane Ceccon estudió ingeniería forestal en la Universidad Federal do Paraná, Brasil y realizó la maestría en Ciencias Forestales – Silvicultura por la misma Universidad. Es Doctora en Ecología por el Instituto de Ecología de la UNAM y cuenta con una especialización en Agroforestería en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica. Ha trabajado por más de 25 años en proyectos de desarrollo e investigación en restauración de ecosistemas, ecología y reforestación con impacto social en comunidades rurales. Es Investigadora Titular “A” (definitivo), en el Programa “Perspectivas sociales del medio ambiente” del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM desde 2002, además de miembro del SNI.
Semblanza
Luz Flores Rojas Nació en la ciudad de México, realizó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Obtuvo el grado de Maestría en Ciencias de la Educación Ambiental por la Universidad de Guadalajara.
Desde 1995 colabora en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM. Presta apoyo al programa de Perspectivas Sociales del Medio Ambiente. Ha colaborado en proyectos relacionados a la temática de Educación Ambiental, Medio Ambiente y Organizaciones de la Sociedad Civil.