Ihcuac tlahtolli ye miqui mochi in teoyolt,
cicitlaltin, Tonatiuh ihuan metztli;
mochi in tlacoyotl,
neyolnonotzaliztli ihuan huelicamatiliztli
ayocmo neci
Inon tezcapan.
Ihcuac tlahtolli ye miqui,
occequintin ye omiqueh
ihuan miec huel miquizqhueh.
Tezcatl maniz puztecqui,
netzatzililiztli icehuallo
memihcac necahualoh:
totlacayo motolinia.
Cuando muere una lengua
las cosas divinas,
estrellas, sol y luna;
las cosas humanas,
pensar y sentir,
no se reflejan ya en ese espejo.
[...]
Cuando muere una lengua,
ya muchas han muerto
y muchas pueden morir.
Espejos para siempre quebrados,
sombra de voces
para siempre acalladas:
la humanidad se empobrece.
Miguel León Portilla
¿Alguna vez te has preguntado qué tan importante es el lenguaje para generar conocimiento y hacer ciencia? El lenguaje es parte de la esencia del ser humano y una de las áreas más interesantes que se ha estudiado es la relación entre lenguaje y pensamiento; ésta es una relación intensa, de dependencia recíproca, porque el lenguaje es necesario para la cognición, para poder crear ideas desde las más simples hasta las más complejas expresadas en los modelos científicos.
La lengua es un sistema lingüístico representado por el conjunto de todos los idiomas y es una facultad propia del ser humano a través de la cual se puede nombrar al mundo, ya que la estructura cognitiva que posee se refuerza cuando se quiere conocer la realidad a través del dominio del lenguaje, es decir, el pensamiento se configura como estructuras cognitivas que surgen en la interacción del hombre con su entorno. Así podemos decir que la palabra, además de suponer la imagen de un objeto, propiedad o acción, es una unidad compleja de datos tanto acústicos, morfológicos, léxicos o semánticos.
A partir de esta idea, podemos señalar que el lenguaje incluye capacidades intelectuales como pensamiento y razonamiento, así como funciones expresivas, apelativas, referenciales, poéticas y metalingüísticas.
Las capacidades intelectuales intrínsecas al lenguaje se van desarrollando a lo largo de la vida a través del aprendizaje y la socialización; las formas de pensar y actuar dan paso a comunicar saberes, conocimientos, pensamientos, sensaciones, emociones, sentimientos, hechos, sueños, ideas, abstracciones, procesos cognitivos que permiten expresar la cultura.
Diferencias entre lenguas, origen de la muerte de las culturas
En el mundo existen idiomas diferentes, tan sólo en México hay 68 lenguas originarias —o 364 si se contabilizan sus variantes—. Lo anterior representa 68 formas de pensar (o 364) sobre su entorno, es decir, hay una relatividad lingüística que pone de manifiesto que los hablantes de diferentes lenguas cuentan con sistemas cognoscitivos distintos, lo que influye en la forma en que cada individuo, de cada comunidad, piensa y concibe al mundo.
En este sentido, podemos afirmar que la lengua moldea el pensamiento por las distintas clases de diferenciaciones mentales que dependen de la cultura en la cual crecemos, sin embargo, no se puede colocar a una lengua sobre otra, cada una de ellas es valiosa por sus estructuras, es decir, los símbolos pueden mezclarse y combinarse de tal forma que produzcan conceptos y significados diferentes.
Cada idioma es generativo, productivo y dinámico: se pueden crear expresiones y palabras nuevas cada día, siempre está en evolución, por lo que el pensamiento también lo está.
En países diversos como México, la discriminación hacia las personas que hablan una lengua distinta al español, idioma oficial, ha llevado al desplazamiento de las lenguas originarias, poniéndolas en peligro. Los hablantes dejan de utilizarla —o reducen los ámbitos de comunicación donde pueden emplearla— y, conforme pasa el tiempo, las nuevas generaciones van dejando de aprender las lenguas que un día usaron sus abuelos para transmitir conocimientos, sentimientos y lo más profundo del ser en relación con el entorno. Así, cuando ya no hay hablantes de una lengua muere una cultura, una forma de pensamiento, de entender el mundo y hacer ciencia.
No existe una lengua más valiosa que otra, todas tienen el mismo valor; de acuerdo con la hipótesis de la relatividad lingüística de Sapir-Whorf:
“Vemos, escuchamos y experimentamos como lo hacemos, en gran medida porque los hábitos de la lengua de nuestra comunidad proponen ciertas opciones de interpretación”.
Entonces, podemos decir que el mundo se representa gracias a un caleidoscopio de impresiones que se organizan en la mente, donde cada palabra representa un significado lingüístico importante que influye en el pensamiento.
De esta manera, podría afirmarse que el lenguaje determina el pensamiento, una palabra sin significado es un sonido vacío, de ahí su importancia, la palabra sugiere a la mente su contenido, el pensamiento entonces es un proceso, un ir y venir del pensamiento a la palabra y viceversa. Cada pensamiento establece relaciones, se mueve, se desarrolla, resuelve problemas y genera conocimiento empírico o científico.
Mtra. Claudia Hypatia Pineda Villalobos / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Ruth Belinda Bustos Córdova / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Ivet García Montero / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.>
Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 171