La industria agrícola tiene la enorme responsabilidad de proveer de alimento a una creciente población mundial de 7,700 millones de habitantes; y a pesar de la importancia de este sector productivo, se presta poca atención a los desechos que esta actividad genera, desestimando su manejo integral y posible aprovechamiento. Como consecuencia, se limita el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías que contribuyan de forma sostenible a la disminución o erradicación de prácticas culturales negativas (en algunos casos, ancestrales), cuya aplicación no favorece al buen funcionamiento de los agrosistemas. Dichas técnicas son principalmente aquellas que involucran la quema de los residuos sólidos orgánicos que se generan durante el cultivo y la cosecha, tales como las pajas, cascarillas, pulpas, tamos, carrizos, esquilmos, hojarascas y bagazos.
La roza, tumba y quema (RTQ) es tradicional y culturalmente uno de los métodos más antiguos para el manejo de los cultivos en la agricultura intensiva, en donde es considerada como una de las mejores maneras para eliminar los residuos generados, con la finalidad de limpiar y fertilizar de manera rentable las zonas de producción. La RTQ consiste en desmontar los terrenos y reducir la vegetación presente en los campos de producción y, posteriormente, prender fuego hasta que se transforma en cenizas, mismas que pueden ser mezcladas con el suelo, para finalmente realizar una nueva siembra. Sin embargo, de acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, los desechos de procedencia agrícola deben ser tratados como Residuos de Manejo Especial (lo que implica principal atención en su almacenaje, tratamiento y disposición final) tan sólo por el volumen en el que se generan (figura 1 a y b).
Por lo anterior, analizamos algunos de los impactos ambientales que representa la RTQ, para contemplar las posibles alternativas de mejora en la salud ambiental, no sólo de las regiones agrícolas, sino globalmente.
Impactos ambientales de la RTQ
La quema de residuos agrícolas es una de las principales fuentes de generación de CO2 y carbono negro u hollín (figura 2); este último es uno de los componentes de las partículas finas PM2.5 y PM10, importantes agentes de la contaminación del aire y de grandes impactos negativos para la salud humana (por su capacidad para afectar vías respiratorias), además de que es capaz de incrementar la temperatura en la atmósfera y de mantenerse en el ambiente por días (hasta semanas), convirtiéndolo en uno de los contaminantes de vida corta más importantes para el control del calentamiento global.
Figura 2. Quema de residuos de la cosecha de maíz.
Los niveles de peligrosidad que puede alcanzar están relacionados con los tipos, cantidad y concentración de los agroquímicos empleados en el cultivo, ya que pueden reaccionar con el calor y transformarse en compuestos más tóxicos y contaminantes, como las dioxinas, que tienen las características de ser persistentes en el ambiente y en los organismos, éstas pueden desplazarse distancias considerables y precipitarse a través de la lluvia (figura 3).
Alternativas para evitar la quema de residuos agrícolas
Considerando a la quema de residuos agrícolas como un importante factor que contribuye al cambio climático, es indispensable el desarrollo de alternativas tecnológicas sustentables que eviten la quema y faciliten el tránsito hacia una agricultura de conservación que favorezca la reducción de gases de efecto invernadero y del calentamiento global, tales como subcultivos que aprovechen los residuos como sustrato o la generación de enmiendas orgánicas para aprovechar los nutrientes disponibles en los residuos agrícolas.
Figura 1. a) Residuos de cachaza producidos durante la cosecha y tratamiento de caña de azúcar, b) residuos del cultivo de maíz.
M. en C. Alma Delia Sánchez García | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Rosa Angélica Guillén Garcés | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
ITA. Bianey Estefany Aguilar Vázquez | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad Politécnica del Estado de Morelos