Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Trampas morelenses para cazar mosquitos


M en C. Mariana Irina González Fernández
T.L.C Miriam Alquisira Domínguez
Biól. Juan Manuel Rosas Castillo
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Centro Regional de Control de Vectores Cuautla
Servicios de Salud de Morelos

 

El dengue es una enfermedad viral transmitida de una persona enferma a una susceptible a través de la picadura de mosquitos hematófagos conocidos como Aedes aegypti y Aedes albopictus (Gluber D, 2002). Por lo que constituye un problema creciente de salud pública en la región de las Américas y el mundo, debido al elevado número de personas afectadas.

En Morelos, el dengue data desde 1980 cuando se presentaron los primeros casos, alcanzando en 1998 cerca de mil 800 casos, superados en el 2006 con más de 2 mil 700 casos, concentrándose en 28 de los 33 municipios que lo conforman y ubicando al estado en el tercer lugar del país en ese año. (Servicios de salud de Morelos, 2007).
Desde el punto de vista epidemiológico, el ciclo de transmisión se da basado en los comportamientos más importantes que determinan la capacidad de los mosquitos vectores de transmitir enfermedades y son: la búsqueda de un hospedero para la ingesta de sangre y los lugares para la oviposición (la puesta de sus huevos). Destacando que dichos eventos son independientes pero con una estrecha coordinación. Es decir; la triada epidemiológica: Agente (virus) - Huésped u Hospedero – Ambiente.
Por tanto, dichos procesos fisiológicos se encuentran mediados por estímulos físicos (visuales: contrastes e intensidad de luces y movimiento) y químicos (olores que emite su hospedero como: el bióxido de carbono (CO2, octenol, ácido láctico)). (Torres JL. et al. 2003); bajo condiciones ambientales externas (lluvia, velocidad del viento, humedad y temperatura) e internas (edad, sexo, estado fisiológico, nutrición, digestión y grado de desarrollo de los huevos en ovarios); por lo que la combinación de al menos 3 factores (estímulos visuales, CO2, y una señal química) se piensa que son valiosos para la estimación de la captura de Ae. aegypti y Ae. Albopictus. (Kawada H. et al. 2007).
Imagen activaEn el Centro Regional de Control de Vectores - Cuautla de los Servicios de Salud de Morelos, se esta trabajando en el diseño y elaboración de trampas de fabricación “casera” (material reciclable básicamente) siguiendo los mecanismos de atracción físico-química.
Esta trampa “casera” es conocida como ovitrampa. Y consisten en un bote de plástico de 15cm de alto por 10cm de diámetro, elaborada con una botella de refresco (PET) de 2 Lt., pintado de color negro mate y adicionado con 300ml de una infusión de pasto de guineo (Panicum maximun) fermentado previamente y con una tira de cinta adhesiva (cinta canela) colocada al ras del nivel de la infusión de pasto, con la parte pegajosa hacia afuera.


El funcionamiento de estas trampas consiste en atraer a las hembras que se encuentran en la búsqueda de sitios para la puesta de sus huevos, a través de los diferentes niveles de luz emitidos en el entorno (contraste del color negro del “bote” con el sitio visible de su colocación) y el olor emitido por la infusión de pasto fermentado. La cinta canela al ras de la infusión sirve para que las hembras al posarse sobre la superficie para la puesta de sus huevos se queden pegadas y de este modo se logre que las hembras continúen distribuyendo los huevos del mismo ciclo gonotrófico en varios recipientes. Finalmente se requiere que “los inspectores cero/cero maromeros” (niños inspectores) revisen las tiras y desprendan los mosquitos adheridos.
Destacando la importancia y el impacto que se pretende con el uso de combinaciones de atrayentes físico-químicos y de técnicas psicológicas de aprendizaje significativo en los niños morelenses como herramientas estratégicas para fortalecer las acciones del control vectorial por parte de la población.
Si se establecen acciones sobre las poblaciones de mosquitos en cualquiera de sus estadios principalmente en los larvarios, y si se aumentan los mensajes de educación de los factores que despiertan emociones en los cambios de actitud y conducta en los niños se contribuirá en el control de los mosquitos vectores transmisores del virus dengue.

 


La M. en C. Mariana Irina González Fernández, estudió la licenciatura en Ingeniería Ecológica en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Su área de concentración es en Salud Ambiental en la Escuela de Salud Pública de México del INSP. Actualmente es la responsable del Centro Regional de Control de Vectores Cuautla de los Servicios de Salud de Morelos.