Seguramente te preguntarás, ¿qué relación tiene el cuidado de mi salud con el medio ambiente? Vamos a descubrirlo en estas líneas. Comencemos por saber que la contaminación puede tener diversos orígenes, uno de ellos es ocasionado de manera natural y otro es ocasionado por las actividades humanas; ésta es la llamada contaminación antropogénica. La contaminación natural es la que tienen su origen en los procesos y fenómenos propios de la naturaleza, como lo es la descomposición de la materia orgánica, corrientes de aire o la erupción de un volcán que arroja partículas a la atmósfera, alterando el equilibrio natural.
Los contaminantes antropogénicos provienen de toda actividad humana que genere un residuo que no tenga una buena disposición; por ejemplo, los contaminantes antropogénicos que más prevalecen en cuerpos de agua son: a) farmacéuticos, todos los medicamentos que ingiere el ser humano y sus residuos; b) agroquímicos, como los fertilizantes utilizados en los cultivos; c) narcóticos, como la cocaína y nicotina y, por último, d) los productos de cuidado personal como los protectores solares y parabenos (compuestos químicos utilizados como conservadores para prevenir el crecimiento de hongos y bacterias) que están presentes en muchas de las cremas cosméticas y productos de higiene personal.
Como consecuencia de lo anterior, podemos afirmar que el origen de estos contaminantes recae en la salud. Si los productos farmacéuticos son los que más prevalecen en los cuerpos de agua significa que hay una alta prevalencia de población enferma que necesita consumir medicamentos como una medida correctiva y rehabilitadora. Con respecto a los narcóticos, el consumo del tabaco en nuestro país es alto y se ve reflejado en la presencia de este contaminante, que también está relacionado con malos hábitos de salud. De esta manera, podemos relacionar el cuidado de la salud con el cuidado del medio ambiente y la huella ecológica que estamos dejando en nuestro planeta.
Si mejoro mi salud, cuido al medio ambiente
Ahora bien, podemos hablar del uso de la bicicleta y la calidad del aire. Por una parte, el uso de la bicicleta como medio de transporte apoya la transformación de la movilidad urbana para dejar atrás el uso de combustibles fósiles y energías sucias, lo que puede reducir las emisiones de bióxido de carbono que produce el transporte urbano hasta en 11 %, teniendo como referencia que los autos contribuyen en 93 % de las emisiones totales de este contaminante. Otro punto importante es usar la bicicleta como actividad frecuente o cotidiana que, además, ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida.
Cuando pedaleamos en promedio tres días a la semana durante, al menos, 45 minutos, estamos realizando un ejercicio anaeróbico que mejora el sistema cardiovascular, fortalece la espalda, genera bienestar al liberar neurotransmisores e incrementa la resistencia física; además, combate la obesidad y el sobrepeso. Así que, si usas la bicicleta como medio de transporte, conviertes esta actividad en una herramienta para mejorar tu salud, al mismo tiempo que cuidas el medio ambiente.
Por otra parte, respecto a los hábitos alimenticios, al cuidar nuestra salud prefiriendo alimentos de origen vegetal en lugar de aquellos procesados y ultra procesados, esto tiene como consecuencia la disminución de toda la basura procedente de los empaques y envolturas.
Finalmente, al cuidar nuestra salud haciendo ejercicio y evitando la comida chatarra, disminuye nuestra probabilidad de enfermarnos, lo que evita, por consiguiente, que tengamos que consumir medicamentos, que como ya vimos, son unos de los principales contaminantes presentes en los cuerpos de agua.
Así que, ¡ya sabes!, si cuidas tu salud tendrás un doble beneficio: para ti y el medio donde habitas.
Dra. Valeri Domínguez Villegas | Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería / Universidad Autónoma del Estado de Morelos