Revista de Divulgación Científico-Tecnológica del Gobierno del Estado de Morelos

Capital natural y desarrollo sustentable

Dra. Rosa Angélica Guillén Garcés / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad Politécnica del Estado de Morelos
Ángel Hernández Martínez / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad Politécnica del Estado de Morelos
Alma Delia Sánchez García / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Universidad Politécnica del Estado de Morelos
Archivo:Sustentabilidad

Desde su aparición, los organismos han basado su existencia en el consumo de los recursos naturales, utilizándolos como energía transferible y aprovechable en los sistemas biológicos a lo largo de las cadenas alimenticias, logrando con ello un equilibrio natural. Sin embargo, a partir de la Revolución industrial, los seres humanos hemos introducido cambios sin precedentes a los ecosistemas con el fin de satisfacer nuestras crecientes demandas de alimento, agua o energía. Si bien estas transformaciones han contribuido a mejorar la calidad de vida de muchas personas, cada vez es más evidente que también han debilitado la capacidad de los sistemas naturales para brindar otros servicios esenciales para nuestro bienestar, introduciendo profundas desigualdades en el Capital Natural del planeta, o lo que es lo mismo, nuestra sociedad está consumiendo más de lo que posee y reduciendo, con ello, la capacidad de la Tierra para sustentar a las futuras generaciones (González et al., 2008).
         Debido a esto, el estudio y preocupación por la conservación de los recursos naturales, así como la búsqueda del equilibrio ecológico, han sido por años, temas de interés para los especialistas y aficionados por el ambiente, lo que hizo de este tema, solo por mucho tiempo un área selecta para los especialistas.
Fue a partir de la preocupación sobre el cambio climático y sus efectos devastadores, cuando se reconoció la importancia del vínculo entre la economía y la ecología, fundamento básico para interpretar la actual crisis ecológica, así como para la formulación de posibles soluciones (Aronson et al., 2007).
         A finales del siglo XX, en el afán de mantener el estado de bienestar de la humanidad, las áreas dedicadas al estudio de la Economía y Ecología entablan el diálogo, buscando la articulación entre los sistemas económicos y los ambientales, dando como origen conceptos tales como capital natural, servicios ambientales y patrimonio natural.
Bajo estas diferentes visiones y argumentos, se pretende categorizar de forma pragmática y poder así asignar un valor a la naturaleza, aunque en realidad “es una categoría inmensurable; en la que no puede lograrse un único indicador que dé cuenta de su diversidad y heterogeneidad Interna” (Cledwell y Aronson, 2007).
          El capital natural, es un concepto que se limita a la dimensión mercantil, como fuente de bienes y servicios directos o indirectos susceptibles a ser deseados, vendidos, comprados, usados y finalmente desechados por la humanidad y obtenidos directamente del aprovechamiento de los recursos naturales, tal como Costanza y Daly (2007) definieron “todo stock que genera un flujo de bienes y servicios naturales útiles, o renta natural a lo largo del tiempo”.
Bajo esta visión, es posible intercambiar un recurso económico de forma sustentable a cambio de elementos bióticos y abióticos del planeta, los cuales contribuyen con funciones de regulación de hábitat, producción y asimilación de energía e información genética de la biodiversidad, este conjunto de recursos tienen un impacto directo sobre el bienestar de la humanidad, adquiriendo el carácter de servicios ambientales (De Groot et al., 2002).
           La forma en la que se cuantifican estos servicios ambientales depende del área del conocimiento desde la cual se dé una “aproximación”, aplicar un “multicriterio” es necesario para comprender mejor como se dan las relaciones entre las estructuras y las funciones de los ecosistemas, si es que se quiere conocer el verdadero valor que tiene la naturaleza por sí misma, y no como recurso mercantil únicamente.
La restauración del capital natural (RCN) recoge una serie de conceptos y herramientas que pretenden integrar de manera armónica a la sociedad con el ambiente a nivel local, regional, nacional y mundial, esto se relaciona directamente con el incremento, la inversión o recuperación de reservas de capital natural, con la finalidad de promover el desarrollo humano y la conservación de los ecosistemas a largo plazo (Clewell y Aronson, 2006), a través de la sustentabilidad de los recursos.
         En 1987, se publicó el llamado Informe Brundtland de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, de las Naciones Unidas, en el que se pluralizó el término Desarrollo Sustentable, como el tipo de desarrollo que permite satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas (López, 2008). En este contexto, la sustentabilidad integra la obligación ética que se tiene de legar a las generaciones futuras un mundo al menos tan diverso, limpio y productivo como en el que vivimos actualmente. Esto involucra la búsqueda del equilibrio entre las actividades humanas, la explotación de los recursos y el desarrollo socioeconómico que aporta el capital natural, así como la protección del ambiente en un marco de equidad y balance, que nos permitan el aprovechamiento y valoración de los servicios medio ambientales y la conservación de patrimonio natural del planeta en el que vivimos.

Algunas de las herramientas aplicables para lograr este ambicioso modelo de vida humana, se basan en la interacción multidisciplinaria de diversas áreas sociales, económicas y profesionales, que logren incorporar los siguientes elementos: legislación y gestión ambiental en las diversas organizaciones, manejo sustentable de los recursos naturales y materiales, industrias y tecnologías limpias, mecanismos de autoevaluación y control, así como promoción de una ética y educación ambiental para la sociedad en general, difundidas por medio de tecnologías de información y comunicación (Vélez, 2010).
         Considerando lo anterior, en la carrera de Ingeniería en Tecnología Ambiental de la Universidad Politécnica del Estado de Morelos (UPEMOR), los alumnos desarrollan las habilidades necesarias para realizar “aproximaciones” desde diversos métodos de valoración con gran potencial para generar y desarrollar ideas que mejoren la interacción con la naturaleza y, subsanar el deterioro ambiental, sin que el único fin sea mantener la explotación, y ¿por qué no? plantear un nuevo sistema que desplace al actual, que ha mostrado ir en contra de la conservación del planeta, en el cual, aún no hemos aprendido a integrarnos como especie, aplicando el nuevo modelo de sustentabilidad, en el que los retos consisten en saber proteger y encontrar las mejores formas de equilibrar los objetivos sociales, económicos y ambientales en el corto plazo, para favorecer el desarrollo con una visión a largo plazo.
         Asimilando el compromiso y responsabilidad a la que en la actualidad se enfrenta la sociedad ante el ambiente y la explotación de la naturaleza, permitirá encontrar el equilibrio entre el aprovechamiento y conservación de los recursos, sin comprometer su existencia para las futuras generaciones.

 

Referencias: 
1.Aronson, J., D. Renison, R.O. Rangel, S. Levy, C. Ovalle y A. Del Pozo. 2007. Restauración Natural del Capital Natural: Sin reservas no hay bienes ni servicios: Ecosistemas. Asociación Española de Ecología Terrestre. Alicante, España. 16 (03): 15-24.
2.Clewell, A. F. y J. Aronson. 2007. Ecological restoration: principles, values, and structures of a emerging profession. Island Press. Washington, Estados Unidos. 79 pág.
3.Costanza, C. y R. Daly. 2007. Los límites de la sustentabilidad débil, y el tránsito desde el capital natural al patrimonio ecológico. Educación, Participación y Ambiente, MARN, Caracas, 4(11): 7-11.
4.E. Gómez-Baggethun, R. de Groot. 2007. Capital natural y funciones de los ecosistemas: explorando las bases ecológicas de la economía. Asociación Española de Ecología Terrestre. Alicante, España. Ecosistemas 16 (3).
5.González, J., C. Montes, I. Santos y C. Monedero. 2008. Interviniendo en el Capital natural: un marco para integrar la sostentabilidad ambiental en las políticas de la cooperación. Asociación Española de Ecología Terrestre. Alicante, España. Ecosistemas.17 (02): 52-69.
6.López-López, V. 2008. Sustentabilidad y desarrollo sustentable: origen precisiones conceptuales y metodología operativa. Trillas, México. 220 pág.
7.SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2003. Saber para proteger: Introducción a los recursos biológicos y los derechos de propiedad. México. 14 pág.
8.Vélez, O. 2010. Desarrollo Sustentable y Sociedad Civil. Ciencia y Desarrollo. Conacyt. Vol. 36 (244): 7-11.


Semblanza


Ángel Hernández Martínez actualmente cursa el quinto cuatrimestre de la carrera de Ingeniería en Tecnología Ambiental de la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, y se está desarrollando en el proyecto sobre generación de humus a partir de sustrato agotado generado a partir de la producción de hogos setas (Pleurotus ostreatus).

 


Semblanza


Alma Delia Sánchez García es licenciada en Ciencias Biológicas y Maestría en Ciencias Agropecuarias y Desarrollo Rural. Profesora e Investigadora en la Universidad Politécnica del Estado de Morelos. Ha trabajado en diversas comunidades rurales del estado, impartiendo cursos de capacitación en la producción de hongo seta (Pleurotus ostreatus), y monitoreo de plagas en cultivos de caña de azúcar; actualmente trabaja con las caracterizaciones de diversos sustratos alternativos para el cultivo de setas y jitomate; así como la caracterización y estabilización de compostaje del sustrato agotado de la producción de setas.

 


Semblanza


Rosa Angélica Guillén Garcés es doctora en ciencias de la tierra por el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maestra en Ingeniera Ambiental grado obtenido en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniera de la UNAM e Ingeniera Bioquímica del Instituto Tecnológico de Veracruz, actualmente desarrolla la línea de investigación Dinámica de contaminantes en el ambiente y establecer un cuerpo académico sobre Contaminación y sustentabilidad. Actualmente labora como profesora de tiempo completo de la Universidad Politécnica del Estado de Morelos desde junio de 2006 y pertenece al Sistema Nacional de Investigadores como candidato.