Los árboles constituyen la vegetación predominante de los bosques, se trata de seres vivos que cuentan con distintas estructuras como raíces, tallos, ramas, hojas, flores y frutos. Mediante la fotosíntesis elaboran su propio alimento a partir del agua, aire y suelo. Los árboles se clasifican en dos grupos principales: los de hoja caduca y los de hoja perenne. Los de hoja caduca pierden todas sus hojas durante una parte del año, mientras que los de hoja perenne no las pierden al mismo tiempo.
Los árboles traen consigo muchos beneficios:
• Combaten el cambio climático al absorber el dióxido de carbono (que es uno de los principales gases de efecto invernadero), al mismo tiempo que liberan el oxígeno que necesitamos para respirar.
• Previenen la erosión hídrica y eólica del suelo. Sujetan firmemente el suelo con sus raíces, y reducen el impacto de las gotas de lluvia o el viento en él con su follaje, evitando así su pérdida.
• Son una fuente de alimento para los humanos, animales y microorganismos.
• Brindan un hábitat para la vida silvestre porque en sus troncos y copas dan hogar a animales como pájaros, ardillas, entre otros.
• Proveen la madera que se utiliza para la construcción de viviendas, muebles, utensilios y también para la elaboración de papel.
Pero, ¿sabías que en un bosque los árboles se comunican entre sí para ayudarse y protegerse?
Así es, los árboles del bosque se comunican e interactúan entre sí mediante una red subterránea de hongos llamados micorrizas. Dichos hongos son capaces de conectar las raíces de la mayoría de los árboles mediante estructuras llamadas hifas, las cuales poseen forma cilíndrica y filamentosa (figura 1). Esta gran red conformada por árboles y micorrizas es como una gran telaraña, parecida a la red que forma el internet —la ciencia habla incluso de una “Wood-Wide-Web”—, la cual atraviesa los bosques. A través de esta red, los árboles más viejos llamados “árboles madre” pueden transmitir información muy valiosa a los más jóvenes, como la sabiduría que han adquirido a lo largo de su vida para resistir plagas y enfermedades. También es posible que se traspasen nutrientes como carbono, nitrógeno, fósforo y agua. Si los árboles madre desaparecieran como consecuencia de la tala, las plagas, incendios o sequías, la red podría romperse, afectando a todo el bosque.
Estudios previos muestran el impacto negativo de la deforestación sobre el suelo y su comunidad microbiana. En el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Oaxaca del Instituto Politécnico Nacional (IPN) hemos realizado investigaciones para conocer los cambios que ocurren en el suelo de los bosques mesófilos de montaña de la Sierra Norte del estado de Oaxaca (México) cuando son convertidos en campos agrícolas. Los resultados revelaron que una de las propiedades del suelo más afectada es la capa de mantillo, ya que su regeneración es muy lenta (más de 75 años).
El mantillo forestal es una capa formada por residuos de origen vegetal y animal en distintas etapas de descomposición. Es el principal sustento y hábitat para una gran cantidad de organismos que interactúan estrechamente y están involucrados en el retorno de materia orgánica y nutrientes al suelo. Entre estos organismos se encuentran las micorrizas, algas, bacterias, invertebrados y plántulas de distintas especies vegetales.
Por ello, tal y como lo ha expresado la doctora Suzanne Simard, una reconocida ecóloga canadiense, debemos cuidar los bosques conservando los árboles madre para evitar que la “Wood-Wide-Web” colapse. Previendo así también, que los bosques corran el peligro de desaparecer de la faz de la tierra.
Figura 1. Representación caricaturizada de la interacción entre los hongos micorrízicos y las raíces de árboles jóvenes y viejos (árboles madre), mediante la cual el hongo le brinda nutrientes como nitrógeno (N), fósforo (P) y agua a los árboles a cambio de carbono (C) (González-Bautista, 2020).
Q.A. Joel Ruiz-Acevedo / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Dra. Angélica Bautista-Cruz / Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Instituto Politécnico Nacional, CIIDIR Oaxaca.